martes, 25 de febrero de 2020

TODOS TRANQUILOS



Ya les dije que la experiencia me ha enseñado que cuando alguien dice que no me preocupe he de preocuparme. Y cada vez que escucho eso de “déjalo en mis manos, yo me encargo”, lo más recomendable es encargarse uno mismo del asunto. En el mismo sentido, que una autoridad política manifieste que no hay motivos de alarma, que mantengamos la calma y que todo está bajo control, de inmediato me causa alarma e intranquilidad ante el más que probable descontrol de la situación. 
La mayor parte de las calamidades comienzan por negligencias desatendidas que van creciendo hasta que no es posible pasarlas por alto. Entonces vienen las mentiras y los parches inútiles para, finalmente, una vez que el peligro se ha transformado en un desastre, reaccionar del modo más aparatoso y gravoso. “Si algo puede empeorar, lo hará” sentenció Murphy y aún no fuimos capaces de aprender la lección.
Y es que el poder nos considera idiotas, y posiblemente lo seamos, por lo que actúa tratándonos como tales, administrando la información para dominar nuestros impulsos. Si se dan cuenta, nos aseguran que el coronavirus no es una amenaza tan grave y que la gripe común es más mortífera. Entonces, si es así, ¿por qué no se confinó a nadie durante la pasada epidemia de gripe en Asturias? Según la información oficial, era un virus más chungo que el chino y lo sorteamos con una campaña voluntaria de vacunación, reposo, analgésicos y pañuelos de papel. Sin embargo, en China, Corea, Irán y ahora en Italia, se está aislando a comunidades enteras, a muchos miles de personas. La amenaza ya nos ronda, pero todos tranquilos. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 25/2/2020

TIRÓN DE OREJAS




Queramos verlo o no, el relator de la ONU para la pobreza extrema acaba de darnos un buen tirón de orejas. Hay personas en España que viven en condiciones tercermundistas. Y lo más inquietante de las conclusiones de este individuo es su afirmación de que esta situación tan insoportable e injusta parece deberse a una intencionalidad política o, en traducción libre, a la voluntad de la autoridad, que sabe lo que pasa y no hace nada para resolverlo.
Por ejemplo, en las periferias de Madrid, hacia el Sur, perduran desde hace decenas de años unos asentamientos que son justamente lo opuesto a lo que se supone en una sociedad desarrollada. Y algo similar sucede en la mayoría de nuestras ciudades, en las que no faltan las barriadas en las que “la solución habitacional”, que dicen los cursis, es la infravivienda, una chabola, un tendejón, una ruina. Y allí viven niños, jóvenes, ancianos, si a eso se le puede llamar vivir. A las afueras del primer mundo, a cinco minutos en coche de nuestras confortables residencias.
Hoy el problema estriba en que tras tantísimo tiempo consintiendo, cuando no promoviendo, la expansión y consolidación de guetos y áreas de exclusión, meterle mano al asunto se ha convertido en una tarea monumental. De ahí que la práctica habitual sea la pasividad, mirar hacia otra parte, ignorar y, en caso de que la inmundicia rebose y llegue al centro, taponar. Pero de resolver, nada de nada.
El informe del enviado de la ONU debería ponernos la carita colorada de vergüenza y hacer que, de una vez por todas, trabajemos en la solución de algo intolerable. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 24/2/2020

REMEDIOS




“Esto de ‘los jamoneros’ lo habría solucionado el cabo Blanco por la vía rápida”, afirmó un paisano que leía LA NUEVA ESPAÑA en la barra del bar. “Y los malos tratos a las mujeres, también”, añadió una señora mientras revolvía el café. Ambos negaron con la cabeza, como hacemos cuando vemos que no se pone lo que hay que poner.
Y teniendo cierta idea de cómo eran “las soluciones” del cabo Blanco piensa uno que mal asunto es que los medios legales sean frecuentemente tan inútiles. 
Ocupan tu casa y es como si tuvieras que demostrar que eres tú el que tiene derecho a vivir en ella. Y pasan los días, las semanas, los meses, destrozan lo que es tuyo y no pasa nada. Ajo y agua. Y que no se te ocurra optar por remedios más ágiles, económicos y expeditivos, porque el sistema se te vendrá encima para castigarte duramente al tiempo que los ocupas vuelven a tu casa. Con todas las de la ley.
Y si unos indeseables se dedican a atemorizar a la vecindad, poniendo patas arriba un barrio entero, pies quietos. Y denunciar. Y seguir denunciando. Y hartarse de denunciar a la espera de que, en una de éstas, si hay suerte, alguien tenga a bien cerrarles la puerta de salida.
Y si la familia sabe que la nena fue a liarse con un borracho peligroso que no digiere que ahora ella lo haya mandando a paseo, ni una advertencia. Y a rezar para que no se le vaya la olla y que la bebida le haga olvidar.
Hay ocasiones en que ser legal se hace muy difícil.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 20/2/2020

SALUDAR



Entonces va el tío y me dice que acaba de llegar de Hong Kong. Y sientes cómo te quedas helado. Y mi única vía de escape es saltar por el balcón. Lo descarto porque el índice de supervivencia de una caída desde el quinto piso es inferior al coronavirus. Pero eso no se hace. Hola, vengo de China y me apeteció pasarme a saludar. No veas qué gracia, que ya siento que moqueo y me acaba de dar un escalofrío. Con lo bien que estabas en la otra punta del mundo, tuviste que venir a saludar. Para ponerme el cuerpo jotero. Y sin mascarillas, porque los chinos locales las han comprado todas para mandarlas a su patria. Me veo tapándome la boca con una cazuela de sostén.
Maldita la gracia. No podía venir de Villalgordo del Júcar, Sanlúcar de Barrameda o La Almunia de Doña Godina. No. De China. Bueno, de la China a la remanguillé que es Hong Kong. ¿Qué se le perdería tan lejos? ¿Qué necesidad había de viajar allá justo ahora que el puñetero coronavirus está causando estragos? ¿Y por qué tanto saludo al regreso? Lo pienso y sudo en frío. Yo, tan tranquilo en mi despacho cuando sonó el portero automático. Un sujeto recién llegado de Hong Kong que se acordó de mí. Y bien que me acuerdo yo de él ahora. Un retortijón. Como no sea del puré de puerros es que me queda medio telediario.
El caso es que él tenía un aspecto la mar de saludable. Pero vaya usted a saber. Uy, un gas. Esto es el fin.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 18/2/2020

COMPROMISO




La tertulia del contenedor giró visita a la obra del nuevo aparcamiento de la parcela de Sinagua y ya podemos hacer pública nuestra primera conclusión: el vial de acceso se ha convertido en una estupenda zona de evacuación de aguas mayores caninas. Bueno, suponemos que caninas, porque hay cada zurullo que asusta. Resuelto el problema de malezas y la proliferación de roedores en el lugar, una parte de la ciudadanía ha decidido este nuevo uso, que seguramente no estaba previsto en el proyecto.
Sin compromiso, sin implicación, sin ganas nunca lograremos que Mieres adquiera algo del esplendor que creemos que podría tener. Las obras de mejora, el lento llegar de una cierta modernidad y los trabajos de adecuación de nuestra villa a los tiempos que corren serán inútiles si los habitantes no cambian su modo de entender la vida en común.
Nadie se opone a que disfrutemos de nuestras mascotas, pero no hace falta explicar que sus cacas y pises no han de quedar “a disposición” de la comunidad. Ni los servicios públicos de limpieza están para recoger lo que ese perrito o perrote va soltando por ahí. Es una obligación que corresponde al responsable del animal que, en una sociedad normal, medianamente civilizada, evitaría ensuciar lo que es de todos. Pero, por desgracia, no somos normales. Y estamos lejos de ser medianamente civilizados. Es más, entre nosotros hay una cantidad considerable de anormales nada dispuestos a que podamos vivir en mejores condiciones.
Y contra ellos deberíamos actuar los demás, autoridad y particulares, con tal contundencia que se les quiten las ganas de continuar jorobándonos. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 17/2/2020

EXTRAÑO INVIERNO



Nos miramos cariacontecidos. “¿Qué pintas tú aquí, tan temprano? ¿No es un poco pronto?”, pregunto al abejorro que se acaba de posar sobre el romero. “Pues anda que tú, ¿te parece normal andar estorbando en la terraza en manga corta? Estamos en febrero, tío, tápate un poco”, respondió. “¿Y qué tal si dejáis la cháchara y me ponéis a la sombra, que me achicharro?, interrumpió el romero.
Que en pleno invierno el termómetro marque 25 grados es desconcertante para los tres. Al regordete insecto debería quedarle por lo menos mes y medio de reposo antes de ponerse a la frenética tarea de extraer las esencias vegetales. Pero, súbitamente, el sol calentó mucho más de lo habitual, recociendo su dormitorio hasta hacerlo inhabitable. Y las plantas también han adelantado el calendario de brote y floración. No es abril, pero hay que ponerse manos a la obra, no vaya a ser.
El espectáculo de la primavera está en cartelera desde primeros de febrero. Una vecina vaticina que esto lo vamos a pagar. “Verás cómo en mayo y junio no para de llover”, sentenció. Bueno, como la pasada noche de San Juan. No orbayó, no. Diluvió. En la tertulia decidimos que veríamos y cenaríamos en la terraza los fuegos artificiales “haga como haga”. Aún no hemos conseguido sacar la humedad de nuestros huesos.
Esto no es normal. Mi agenda mental reclama nieve, lluvia y frío, pero los ojos suplican gafas de sol. Y cada mañana me visto como se viste un asturiano en febrero, pero salir a la calle me pregunto: ¿Es febrero? ¿Estoy en Asturias?

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 16/2/2020

miércoles, 12 de febrero de 2020

39 AÑOS





“Mira, ese tío que cruza por el paso de cebra es un ingeniero de Hunosa. Se prejubila ahora. 39 años”. Me vuelvo hacia mi amigo, que con una teatral caída de párpados confirma su información. Alucinante. Le llevó más tiempo estudiar que lo que ha trabajado. Y ahora vamos a pagarle entre todos para que no siga haciéndolo. 39 años, aparentemente sano y normal, y el sistema ha decidido que lo más acertado es remunerarle mensualmente para que no trabaje más. Con 39 años. Si sería importante y rentable lo que hacía hasta ahora que nos sale a cuenta mantenerlo en la nómina común para que deje de hacerlo definitivamente.
“Vive en Oviedo”, añadió mi amigo. Una información que sobra. Cualquier ingeniero de minas que se precie reside a una distancia prudencial de un pozo. Ni ahora que están cerrados se aproximan. Es algo que les enseñan en la Escuela, ese chamizo ruinoso que resiste apuntalado a la espalda del Reconquista y del que no salen ni a tiros. No vaya a ser que acaben desterrados en las cuencas mineras.
Es como el Ministerio de Marina de los tiempos franquistas, en pleno centro de Madrid, a más de 300 kilómetros de cualquier puerto, bien lejos del mar, no sea que salpique.
39 años, la vida por delante y un pastón invertido en su formación para esto. “Hala, chaval, a casa”.  No busques otro empleo, no cambies de actividad, no rentabilices los conocimientos que te dimos: prejubilado hasta la jubilación. Qué despropósito.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 9/2/2020

CANINOS



Vocación de servicio público en la tertulia del contenedor. En la multitudinaria reunión de anoche había más perros que paisanos. Por más que buscamos, y entre todos ya hemos dado varias vueltas al mundo, nadie ha encontrado una localidad con semejante densidad de población canina.
Y es cuando nos preguntamos por qué hay tan pocas actividades relacionadas con las mascotas. Por ejemplo, no se nos ocurre mejor lugar que Mieres para organizar muestras y concursos caninos. Con la afición que hay aquí, gente no faltará. Tenemos el pabellón de la feria de muestras muerto de risa cuando podríamos llenarlo de mascotas y de todo el ajuar que los acompaña, que no es asunto menor. 
A los mierenses, por las razones que sean, les gusta tener perros. Debemos de tocar casi a uno per cápita contando con que últimamente se está imponiendo tenerlos a pares, a tríos y más. Entonces, vamos a ver, señoras y señores munícipes pensantes, ¿qué tal si lo aprovechamos para, además de darle gusto a la afición, mover un poco el concejo, que lo tenemos en estado catatónico? Las ferias y exposiciones ponen en marcha a mucha gente, activan la circulación del dinero y dan utilidad a infraestructuras que no se usan. ¿A qué estamos esperando? Mieres canina, Mieres dog friendly, Mieres de perros, perra Mieres, lo que sea. Ahí seguro que hay negocio y ya contamos con lo principal: a la gente le gusta. Además, nosotros sí que estamos caninos y lo que venga bienvenido será. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 6/2/2020

REPOSO



“Lección dormida, lección sabida” repetía mi madre las noches previas a los exámenes. El cerebro agradece el reposo para asentar y ordenar los conocimientos. Como los guisos, que mejoran pasadas unas horas. Los ingredientes se relacionan y alcanzan su sentido en el puchero.
Lo mismo pasa con lo que pensamos, con las nuevas ideas y los proyectos de futuro. Necesitan un tiempo de reflexión antes de echar a andar. Porque todo tiene pros y contras, beneficios y peligros no siempre detectables a primera vista. Poco de provecho se obtiene a la carrera, a golpe de ocurrencia. El reposo es vital para el éxito de cualquier empresa y es precisamente lo que actualmente ignoramos.
La política española es pura impulsividad, reacción inmediata a titulares y mensajes, pensamientos deslavazados e ideas inconexas más efectistas que útiles. Pero hay excepciones a esta acelerada manera de entender y afrontar la realidad. La Universidad de Oviedo aún no ha decidido dónde implantar su grado de deportes, una elección inicialmente prevista para la pasada primavera, aplazada al otoño y que hoy, en este invierno que ni es invierno ni nada, aún no se ha producido.
Gente sesuda y templada lleva un año dándole vueltas al tema, consciente de la importancia de la decisión y del fenomenal mosqueo de los candidatos que resulten descartados. En Mieres, los carteles reivindicativos ya comienzan a amarillear y el asunto ha caído del primer plano de la agenda colectiva. Y algunas infraestructuras deportivas, públicas y privadas, están como para no pisarlas. Otras, cerradas. Es otro de esos absurdos habituales en esta tierra, en la que parece que huérfanos de “Papá Estado” somos incapaces de discurrir con un mínimo de sentido común. En nuestro caso, el reposo da igual. Para saber la lección, además de dormirla, antes había que estudiarla. Ahí es donde fallamos. 
Un último ejemplo de reposo es la obra de reparación del aporreado Puente de Siana. Los expertos deben de estar reflexionando una barbaridad. Con calma. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 4/2/2020

NO APRENDEMOS



Repunta la violencia en el fútbol. Ahora, los grupos radicales se citan por internet para darse de palos y destrozarlo todo. Parece ser que olvidamos el pasado y ya hemos cedido en la presión contra esas bandas organizadas, que a la que tienen una oportunidad, resurgen como las cucarachas. 
Asimismo, se vuelve a poner de moda insultar a los jugadores negros y a las árbitras. A los primeros, por ser negros y a las segundas, por mujeres. Todo ello muy inteligente, como pueden comprobar.
En la ilustrada y tolerante Francia los ataques antisemitas han aumentado alarmantemente. Por lo visto, volvemos a las andadas. Debe de ser como un extraño tic: cada vez que algo no marcha bien se le echa la culpa al judío, al que primero se acosa, luego se roba y, finalmente, se asesina. En el mundo, el fanatismo, sea el que sea, y motivado por cualquier estupidez, está en boga, tanto en los países desarrollados como en los territorios más pobres. 
O sea, que estamos cayendo en los mismos espantos que prometimos no repetir jamás. No aprendemos y, además, da la impresión de que somos incapaces de evitar que las siguientes generaciones repitan nuestras idioteces y barbaridades. Se muere y se mata por los mismos motivos, por esos impulsos atávicos que no podemos superar. Odiar por odiar, destruir, hacer daño, causar dolor y aniquilar a los diferentes. No discuto el extraordinario salto científico y tecnológico, pero está claro que hay una parte de la sesera que no logramos evolucionar y que se mantiene tan burra como el primer día.
Conmemoramos el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz ahora que los judíos europeos vuelven a sentirse amenazados. Y a los campos de fútbol acude un buen número de niñatos a los que nunca faltó de nada –salvo meninges- a burlarse de alguien por su color de piel.
Al ser humano en su conjunto le continúa faltando la humanidad y unos cuantos hervores. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 2/2/2020