martes, 31 de enero de 2017

BEBIDA OFICIAL



Lo que son las cosas. El otro día lamentaba la falta de iniciativa política en este concejo y, acto seguido, del pleno municipal sale una de las resoluciones más audaces de los últimos años. La sidra, bebida oficial de Mieres. Fantástico. No es que seamos unos grandes productores del “líquido elemento” (para eso está Nava), pero consumirlo se nos da francamente bien. Y es que no creo que haya que tener el pueblo repleto de bodegas para declarar el tintorro bebida oficial. O el Calisay. O el Licor 43. Hombre, si me hubieran preguntado, yo creo que me habría inclinado por el gin-kas, más que nada para reivindicar Kiber como parte de la historia mierense. Cuántas penas quitó. Cuánto valor insufló. Y puestos a oficializar bebidas alcohólicas, que sea a lo grande, de cuarenta grados para arriba. Pero bueno, si ha de ser la sidra, que sea. Consumimos muchísimo más de la que producimos, como de todo lo demás, pero qué duda cabe, cómo nos ha unido, bebiéndola y desbebiéndola. Es cultura. Es patrimonio común. Es urgencia urinaria. Es amnesia temporal al mezclarla con otros derivados alcohólicos. Es todo lo que se puede desear.
Y ha de ser agradecida la muestra de sensibilidad de Somos, la nueva política al servicio del pueblo, por haber detectado la injusticia que se estaba cometiendo con la sidra. Y la positiva contribución del resto de formaciones de izquierda. El único pleno municipal que se celebra cada mes debe ser dedicado a la toma de decisiones fundamentales para este concejo, tan necesitado de impulso. El del pasado jueves es un ejemplo de lo que hay que hacer. Y la derechona, aguafiestas, abstemia y antisidrista no ha hecho sino demostrar la enorme distancia que la separa de una ciudadanía que desde hace siglos se pregunta por qué negamos a la sidra el reconocimiento que merece.
Por mi parte, sólo una petición: a ver si es posible que el formidable sidrero que preside el acceso a la plaza de Requejo eche algo de líquido dentro del vaso. Porque hay turistas que creen que la sidra se bebe del cubo. Con seguridad, a partir de ahora Mieres figurará con letras de oro…en la Sociedad Internacional de Urología. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 31/1/2017  

lunes, 30 de enero de 2017

POCO SE PUEDE HACER



Qué bien. El Gobierno se muestra preocupado por el desorbitado precio de la electricidad, pero reconoce que poco se puede hacer. Tenga usted un gobierno para esto. Como no llueve, ni hace viento, ni el sol calienta como cuando calienta el sol, toca rascarse el bolsillo. Eso, a grandes rasgos, para que todo el mundo lo entienda. Que si entramos en detalles la cosa empeora mucho más. Porque los franceses tienen paradas un montón de centrales nucleares y ahora, en vez de vender a buen precio, están obligados a comprar. Y nuestros proveedores de carbón extranjero le han puesto un precio que enciende el pelo. Por eso despreciamos el carbón nacional: para depender de terceros y ceder a su extorsión. Además, el gas ha de llegar de Rusia y Argelia. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Y los jefazos del petróleo se han puesto impertinentes y están cortando el grifo para que suba el precio del barril. Lo tenemos todo en contra. Y, además, indefensos, expuestos a tal cantidad de contingencias que mejor no pensarlo. Porque como simplemente se ponga a hacer lo que solemos denominar como “buen tiempo”, se fastidió el tinglado. Viva la borrasca. Eso sí, el Gobierno está muy satisfecho con los resultados de la liberación del sector eléctrico. No sucedió nada de lo previsto pero da igual, está contentísimo. Porque iba a haber más competencia, lo que motivaría mejores servicios y precios más bajos, todo en beneficio del ciudadano. Tururú. Nada de nada. Pero se hizo bien. Y no pregunten para quién. Ah, del sobrepeso de la factura de la luz que nada tiene que ver con el consumo de kilovatios, que supone más de la mitad del sablazo, silencio absoluto. Porque, lo dicho, poco se puede hacer. Rezar para que llueva, pero no demasiado. Y para que sople el viento, pero sin llegar a vendaval. O sea, para que haga malo, pero no malísimo. Soluciones modernas para tiempos modernos. Rajoy en estado puro, actuando como sólo sabe hacerlo él y que tan bien se le da: Quieto parao. Así ha logrado controlar su partido. Así se fue debilitando la oposición política. Y así considera que el “escándalo eléctrico” quedará diluido.   

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 28/1/2017

jueves, 26 de enero de 2017

HACE FRÍO



Los hay que se lo toman a la tremenda. Por decir que este es un invierno de chichinabo me cayó una buena bronca de una venerable anciana. Qué mal le pareció. Que ella tiene frío y punto. Y un periódico serio no debería consentir que tan palmaria evidencia pueda ser cuestionada. Y me vi llevándome un bastonazo. Si estoy de acuerdo, señora, pero hace treinta años hacía más de todo, frío, nieve, lluvia, y ahora, por unos modestos cuatro bajo cero tocamos a rebato. ¡Pero si cuando era niño cuatro grados bajo cero era la temperatura del agua de la piscina de Boñar en agosto! Y nos bañábamos igual. Y aguantábamos dentro del agua porque el airecillo del atardecer era aún más frío. Además, por más que nos quejemos del frío no se entra en calor. Al contrario; a fuerza de repetirlo acabas estropeando el termostato corporal. Pero claro, con semejante estado de alarma, la tertulia del contenedor se vio obligada a suspender sus actividades en previsión de graves congelaciones. Y luego va el borrascón siberiano –también denominado “severiano”- y descarga en el Mediterráneo. Pues tenemos pendiente mucho que criticar. El PSOE pensando en el Mieres del futuro. Miedito me da. El PP sin nadie que piense, que ya les vale también. IU viviendo casi en exclusiva del “efecto Aníbal”, que ya huele a rancio. Y el resto, ni sabe ni contesta. Será por el frío, pero el letargo político en Mieres es serio. Y las pocas ideas que brotan proceden de los mismos cerebros de siempre, lo cual tampoco es que sea motivo de tranquilidad. Así que aguardaremos a que se recuperen los termómetros para retomar las sesiones de debate junto al contenedor. Un contenedor, por cierto, que cada día está más vacío por dentro y lleno por fuera. Se ve que al vecindario cada vez le cuesta más trabajo pisar el pedal y soltar la bolsa en el interior. No me extraña; pisar un pedal es un esfuerzo heroico. Por eso, con mayor frecuencia aparece la basura en el suelo. Añoranza del pasado. Si alguien vigilara…
Bueno, lo que les decía, que de milagro no me llevé un bastonazo en la cocorota. Así que diremos que hace frío, no vaya a ser.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 26/1/2017

miércoles, 25 de enero de 2017

LECCIONES DE ESPAÑOL



España es un país genial. ¡Qué reacción de indignación ante la desaparición del castellano de la página web de la Casa Blanca! Hoy escuché que incluso el PSOE va a preguntar al Gobierno qué opinión le merece este hecho tan deplorable. Debe de ser que en el Parlamento no hay nada mejor que hacer. Y notables de todos los signos políticos están manifestando su disgusto y repulsa ante este atropello –y esto no ha hecho más que empezar- de la administración Trump. Pero yo acabo de entrar en la página web del Govern de Catalunya y tampoco tengo la posibilidad de leerla en español. En inglés, sí, curiosamente. Será para que Trump pueda estar bien enterado. Y hay un montón de organismos oficiales en el territorio español para los que el castellano no existe. Ni en internet, ni en papel, ni de palabra. Nos revelamos contra las estupideces de la Casa Blanca cuando en España hacemos lo mismo. Bueno, lo mismo no: peor. Porque es como si los americanos desterraran el inglés de buena parte de su territorio. Vamos, es que la respuesta del nuevo presidente americano se la hemos puesto a huevo. ¿De qué se queja España si hace lo mismo con su idioma oficial? Y aquí no pasa nada. Además, ¿a qué viene tanto alboroto por los cambios en la política de comunicación de un país que no es el nuestro? ¿Quiénes nos creemos que somos para entrometernos de esa manera? Que sean los millones de hispanoparlantes que habitan los Estados Unidos los que fuercen a su gobierno a reconsiderar sus decisiones. 
Pero como ahora estamos de atacón en contra de Trump nos va a parecer mal absolutamente todo. Como lo de presionar para que las marcas americanas vuelvan a fabricar en suelo estadounidense. Con lo mucho que nos gusta a nosotros que las empresas españolas lo hagan todo en Asia teniendo aquí cuatro millones de parados. Ahora es China la defensora del libre comercio y la desregulación. Lo que hay que ver. 
Si el futuro de Trump se va a parecer a sus comienzos, más pronto que tarde acabará siendo víctima de sí mismo. Pero, entre tanto, tengamos cuidado con las lecciones que pretendemos dar. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 25/1/2017

martes, 24 de enero de 2017

EN EL ESPEJO



Y allá, a las tantísimas de la madrugada, acodados sobre la barra del Stella, va “el Sosio” y me dice: “No bebas más, que te veo borroso”. Y fue tal la gracia que le hizo su propio comentario que se trastabilló, perdió el equilibrio y fue a caer en un hueco estrecho sobre un montón de cajas de refrescos. Despanzurrado pero sin derramar ni una sola gota de su gintonic. Genio y figura.
Y es que tenemos tendencia a ver e interpretar el mundo exclusivamente a través de nuestros ojos, aunque estemos gravemente equivocados. El Sosio pensaba que mi estado borroso tenía su causa en mí y no en él y el medio litro de ginebra que le corría por la venas. Como el conductor peligroso que insulta al resto por no saber conducir. Como el alumno al que, vaya casualidad, los profesores siempre tienen manía. Porque no acabamos de enterarnos de que buena parte de nosotros mismos es lo que reflejamos, la imagen que damos, la impresión que causamos. Todos creemos estar en posesión de la razón. Todos estamos convencidos de que el mundo que nos rodea se explica a nuestra manera, según la percepción de nuestro cerebro. Y mientras no nos abramos, ahí permaneceremos, convencidos de ser y entender del único modo posible. Y eso le ocurre también a los partidos políticos –de los que algún ejemplo muy significativo tenemos en las proximidades. En su ensimismamiento, en su unilateral visión de la vida, en su propia, exclusiva y excluyente manera de explicar el devenir de la sociedad y de su formación reside su tremendo alejamiento de la realidad. Egocentrismo puro y duro, que conduce irremediablemente a la soledad, a la incomprensión. Porque no se trata sólo de preguntarnos quiénes somos, sino también quiénes somos para los demás, cómo somos percibidos por los que tenemos delante. 
Hace un tiempo una chica me dijo que durante años no se había atrevido a hablar conmigo por considerarme un tipo distante. Nada más lejos de lo que yo pensaba de mí mismo. Pero, al final, ¿qué es lo que cuenta? Evidentemente, la opinión de la chica, que me situó frente a un espejo que yo no miraba. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 24/1/2017

lunes, 23 de enero de 2017

EL FACTOR HUMANO



Ayer hice un Shazam sobre una música del programa Grand Tour -entiendo que haya gente que no entienda lo primero ni lo segundo. Hala, a meterse en internet. Cuatro intentos de identificación de esa música y cuatro resultados distintos. Y ninguno correcto. Cuánta tecnología aplicada al error. Antiguamente, cuando existían las tiendas de discos, llegabas, tarareabas y el oído experto del dueño del negocio te enfocaba hacia el cajón correspondiente. Hoy no hay nadie al otro lado del mostrador. Y lo confiamos todo al oído electrónico de un cacharro que se confunde.
Y los camioneros siguen quedando atascados en caminos vecinales por seguir fielmente las instrucciones del gps. De hecho, hace unos años me metí en un campo militar francés por hacer caso al tontón. Recto decía y recto tiré. A ciento y pico por hora se me acabó la carretera, súbitamente transformada en camino de tierra repleto de señales de peligro de muerte. El frenazo y la marcha atrás quedarían registrados en alguna cámara de video y alguien se partirá de risa regularmente. Y todo por dejar la orientación exclusivamente en manos de un aparato. No como antes, cuando a base de mapa y bajada de ventanilla se llegaba al fin del mundo.
No deberíamos olvidar que el ser humano, que, según para qué, tiene mucho de imbécil, es el inventor de las máquinas, quien las dota de “inteligencia”. Una inteligencia falible, como lo es la de sus creadores. Y que aquello que antes éramos capaces de resolver gracias a nuestro cerebro hoy lo deleguemos en la tecnología, puede hacernos aún más tontos e inútiles. 
Hay una señora que se las está viendo y deseando para demostrar a la administración pública que no está muerta. Porque la tecnología ha decidido que falleció. Y no hay manera de convencerla de lo contrario. Ni presentándose en las oficinas hecha un brazo de mar. Señora, usted está muerta. Pues aquí me tiene. Lo dice el ordenador: usted murió; y llevarle la contraria al ordenador podría originarle un serio problema. ¿Mayor que estar muerta sin estarlo? Bastante peor. Le van a caer sanciones por todas partes. ¿Desde cuándo se puede sancionar a los muertos? ¿Ve cómo está muerta? Acaba de reconocerlo. Siguiente. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 21/1/2017

jueves, 19 de enero de 2017

NI INVIERNO NI NADA



El termómetro de la farmacia Madrid marca dos grados. Y el que está frente al Capitol, cinco, si bien también anuncia que son las 10:81 de la mañana, lo cual da que pensar acerca de su fiabilidad. Esta noche soñé que caía una nevada de un metro de espesor pero salgo a la calle y me encuentro con un cielo azul que me traslada a mis inviernos manchegos. Unos inviernos aburridísimos en lo climatológico, de solanera permanente y heladas nocturnas tan agudas que llegaban a reventar las cañerías. Y así día tras día. Pero que en Mieres se instale el clima mesetario no me parece bien. Porque mi madre me cuenta sus inviernos de la niñez, cuando bajaba desde Copián a pasar miedo en la academia Lastra, pisando nieve hasta media pierna, apartándose de los aleros de las casas, de los que colgaban amenazadoras agujas de hielo. Y así una semana tras otra, viendo nevar tras las ventanas. Lo de hoy es un timo. Vaya mierda de temporal siberiano que va y descarga en Alicante. Nevando en Denia. Hay que jorobarse. Aquí, ni una nube. Pero la clientela entra en las excavaciones de la oficina principal (y camino de la única) de Liberbank con cara de llegar directamente del cogollo de la Antártida. ¡Pero esto qué es! ¡Cómo es posible que se nos haya puesto la piel tan fina! Antaño, un asturiano de las Cuencas, a dos grados, salía a la calle en camisa. Y hoy viste como Amundsen. ¿Qué nos ha pasado? Mamá, por Dios, pon la calefacción. Hijo, no tengo ni gota de frío. Pues para mí que los guisantes se te van a mantener congelados aunque los dejes en el salón. Qué exagerado eres; esto es un invierno de risa. Si yo te contara. Ya me contaste; aproximadamente, un millón de veces. Hijo, además de exagerado, impertinente. Y además, necio, porque con una camisetina bien pegada al cuerpo entrarías en calor. Pero te quiero igual. Y yo, pero pon la calefacción, que se me escarcha el vino. Ay, ¿dónde quedaron los asturianos de verdad? Mamá, te dije que te quería, ¿verdad? ¡Que te pongas una camiseta! 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 19/1/2017

lunes, 16 de enero de 2017

DE JUSTICIA



Lo que yo les diga: esto es el acabose. Va a resultar que ni siquiera la banca puede hacer lo que le dé la gana. Ya ven lo de las cláusulas suelo que nos colaron de rondón durante años. El Tribunal Supremo no pudo obviar la mayúscula chorizada pero dictó una sentencia misericordiosa. Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no ha tenido piedad con los bancos. A devolverlo todo. Vaya palo. Y la justicia española se anima y ya dice que tenemos derecho a reclamar los gastos de formalización de la hipoteca, por los que te cobraron una pasta. Incluso ya anda detrás de las comisiones por descubierto en la cuenta. El Apocalipsis. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Que los banqueros ingresen en prisión? De verdad que no reconozco mi país. ¿Cómo pretenden los tribunales españoles que la banca genere los fabulosos beneficios a los que está acostumbrada? ¿Honradamente? ¿Con criterios éticos y respeto de los derechos e intereses de los clientes? Santo cielo. A ver si vamos a acabar llegando a la conclusión de que la ley es la misma para todos. Anda que como se pongan a hincarle el diente a las eléctricas y su tradicional política de abusos, ausencia de transparencia y nula libertad de competencia. Y a las petroleras, que tienen la arraigada costumbre de no buscarse las cosquillas entre ellas (entre bomberos no nos pisemos la manguera), aunque vaya en contra del derecho europeo. Y las aseguradoras. Y la industria farmacéutica. Y… Imaginen qué escenario: una sociedad bajo el imperio de la ley, que protege al débil frente al fuerte, que ampara al pequeño para que el grande no abuse. Vamos, de puro idílico se hace hasta empalagoso. Figúrense que una viuda española, con una modestísima pensión, pudiera presentarse en la fiscalía con el recibo de la luz en la mano y la maquinaria de la justicia se pusiera de inmediato en marcha. Así, sin más. O que, ante un caso tan clamoroso de estafón organizado, intencionado y premeditado como el de las preferentes, las reuniones de los consejos de administración de los bancos tuvieran que celebrarse en el patio de la prisión. Lo se, pero soñar sigue siendo gratis.


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 15/1/2017

FALSO



El otro día comentaron en la radio que también nos hacen trampas con el cordero. Resulta que traen los animales de no se sabe dónde, los apean del camión en una parcela castellana, les dan matarile, les ponen el sello de “cordero de Castilla-León” y listo. Y vas tú y lo compras por la garantía de ese sello. Y lo pagas más caro. Porque el cordero castellano es buenísimo. Pero resulta que hay corderos castellanos que cuando fueron sacrificados no llevaban ni veinticuatro horas sobre suelo de Castilla. Ni siquiera de España. No es que sean malos, pero no son lo que dicen o, al menos, de donde dicen. Como el jamón ibérico. Parece que ahora quieren poner algo de orden en el negociado, pero hubo tiempos en que, echando cuentas, los cerdos ibéricos tenían tantas patas como las arañas. Porque también se falsifica el jamón. Hasta su sabor característico puede ser imitado de modo artificial. Y hoy todos sabemos que la mayoría de la oferta de chuletones de buey no tiene nada que ver con el buey. Es vaca adulta, que no es mala en absoluto, pero no es lo que estás pagando. Maldita manía de engañar a la gente. “Croquetas caseras” se lee en un cartelón a la entrada del bar. Y las pides porque son caseras. Pero no lo son. Y cuando te quejas, qué curioso, la reacción siempre es la misma: Gesto de incredulidad, “voy a preguntar a la cocina”, “je, je, es que se acabaron hace un momento”. Y mentalmente depones sobre el progenitor del fulano al otro lado de la barra. Y el vino, que unas veces procede del lugar que indica la etiqueta y otras no. Y el aceite. Y tantas cosas. Me dio por comprarme una bolsa de patatas fritas y como no es que sea el alimento más sano del mundo elegí las que ponían “con aceite de oliva”. Luego, en letra microscópica ponía que de oliva era un 10% del total del aceite de la fritura. Bueno, pues unos espárragos de la huerta del Ebro. Ja. De la huerta de los Andes. Como los pimientos de Padrón marroquíes, que deben de tener doble nacionalidad. Qué manera de timarnos.


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 13/1/2017

viernes, 13 de enero de 2017

DE BOQUILLA



¡A dónde vamos a parar! Ahora sale la ministra de Sanidad, del PP, diciendo que el que más tiene más ha de pagar. ¿Pero esto qué es? ¿En qué quedó la derecha de este país? El fundamento de la ideología conservadora es precisamente la conservación, esto es, que las cosas se hagan como siempre se hicieron, que la vida siga igual, que las costumbres y tradiciones no cambien. Y desde tiempo inmemorial, los españoles más ricos han quedado exentos de contribuir al sostenimiento del Estado. ¿Por qué? Bueno, porque se interpretaba que tampoco ocasionaban grandes gastos. Colegios privados para los nenes, medicina privada para la familia, ingresos en absoluto relacionados con la Seguridad Social… Vamos, independencia del Estado. Y, claro, su ecuación se despejaba con sencillez: Si no gastas, no pagas. De ahí que tradicionalmente, el gran capital español haya sido más patriota de boquilla que de hechos. Como el asturiano, que tiende a refugiarse en Madrid y en Suiza, si bien lleva a Pelayo y a la Virgen de Covadonga grabados a fuego en el corazón. Porque el orgullo patrio tiene, como es sabido, el límite en la cartera. Hasta ahí podíamos llegar. Pero claro, si gobernando un partido de derechas se siguen comportamientos peligrosamente socialdemócratas, a nadie debe extrañar que las grandes fortunas nacionales prefieran mantener sus haberes a buen recaudo, lejos del alcance del fisco español. Como manda la tradición. Y que el peso económico de sufragar el tinglado continúe corriendo a cargo de la clase media, que para eso está. Y como ahora, tras la descomunal caída de ingresos de buena parte de los activos, la clase media –incluso media tirando a alta- hoy está compuesta por pensionistas y funcionarios, hacia ellos apuntan los cañones de la administración.
O sea, que la derecha hace lo mismo que la izquierda, y sablea a todo español que no tenga posibilidades de evadir los dineritos. Porque, no nos engañemos, la izquierda, cuando tuvo la oportunidad, tampoco se puso muy brava llamando a pasar por caja a los dueños de la pasta. Y así vivimos, entre impuestos de la renta, sucesiones, combustibles, gas, electricidad, copagos farmacéuticos, iva…, la intemerata. Lo que sea para que el gran capital patrio, los orgullosos españoles de boquilla, sigan siéndolo.   

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 13/1/2017

LO SIGUIENTE


Pero qué tontunas nos dan tan a menudo. Y la última – bueno, para cuando se publique esto ya será la penúltima – es la moda de “lo siguiente”. ¿Está bueno? No, lo siguiente. ¿Hace frío? No, lo siguiente. ¿Hay gente? No, lo siguiente. Lo pasamos bien, no, lo siguiente. A algún abollado mental se le ocurrió la genial idea de sustituir los superlativos y los adverbios de cantidad de toda la vida por “lo siguiente” y ahora millones de memos lo repiten como loritos. Y encima hasta lo dicen en los anuncios de televisión. Para qué queremos más. Pero, ¿cómo que lo siguiente? Con lo fácil que es responder al estilo clásico, mucho, poco, lejísimos, altísimo, gordísima. Porque el que es muy, pero que muy tonto, no es lo siguiente; es tontísimo. Y el que a pesar de haber ido a la escuela no es capaz de construir una frase que tenga sentido y sin faltas de ortografía no es lo siguiente a burro. Es burrísimo. El día 3, iluso de mí, entré en el banco y la fila de clientes llegaba hasta la puerta –maravillas de la modernización bancaria que estamos pagando entre todos- y exclamé, ¡vaya cola! Bueno, pues alguien dentro, engullido por la muchedumbre respondió: “Cola, no. Lo siguiente”. ¡Será posible! Y a la salida me encontré con un conocido que me dijo que estuvo malo de gripe. Bueno, exactamente malo no; lo siguiente. Lástima de lluvia, porque era como para arrancarme a paraguazos. Lo oyes en el anuncio de Mediamarkt y, hala, a propagar la chorrada.  Y con grave riesgo de acabar con otra incorrección muy nuestra, pero con más gracia: adosar un sufijo de grado superlativo, no a un adjetivo, sino a un nombre. “Hace añísimos que no te veo”, “una fabadísima de campeonato”. No está bien dicho pero queda chulo y tiene un origen propio. A ver, qué será mejor, decir “añísimos” o “años, no. Lo siguiente”. Vamos hombre, ni punto de comparación.  En fin, que no se dejen arrastrar por modas pasajeras, que bastante tenemos ya con manejar nuestro idioma con un mínimo de dignidad, porque se ve y se oye cada disparate que vaya por Dios. Que se note que algo nos enseñaron en la escuela.  


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 11/1/2017

martes, 10 de enero de 2017

PAREJA DE HECHO




No hay papeles. Ni se celebró la boda. Pero parece claro que llevan tiempo juntos. No estarán casados, pero los hospitales del Caudal y el Nalón son pareja de hecho. De este inteligente modo se busca que ninguno de los centros disponga de todos los servicios que podría tener, que ninguna de las infraestructuras sea completamente aprovechada. ¿Por qué? Pues por una sencilla razón: porque para ello sería necesario dotar de suficiente personal a las dos áreas sanitarias de las cuencas mineras. Y eso nuestra administración, la que vela por los intereses de los asturianos, no está dispuesta a pagarlo. Por este motivo, en casi todos nuestros servicios sanitarios hay menos personal del necesario. Personal del que cura, me refiero. Del administrativo, no tengo ni idea. De ahí las demoras en la realización de pruebas, en ser recibidos por los especialistas, en la atención en las urgencias… O sea, que tenemos dos hospitales cojonudos que funcionan a medio gas por falta de médicos, ats, auxiliares y celadores. Por no hablar de los especialistas de las ambulancias y uvi móviles. Y, claro, como es lógico en estos casos, los propios profesionales sanitarios alertan de las deficiencias en la atención. Y los usuarios denuncian colapsos en las urgencias e interminables listas de espera para determinadas especialidades. Porque a la que alguien de la plantilla se pone malo, descansa o toma vacaciones, adiós París. Es como lo de esos trámites municipales que están al cargo de una única e insustituible persona que, como le de la gripe, olvídate, porque esos papeles ya no se mueven hasta que vuelva. Pues en nuestra sanidad es lo mismo, pero mucho más grave, porque está en juego la salud de la gente. Y en esas estamos, maniobrando para que ambos hospitales rindan por debajo de sus posibilidades. Y, encima, racaneando con algo tan serio como los cuidados paliativos. Ahí es donde queda retratada la falta de humanidad de la administración pública. Miren que hay de donde recortar, de donde ahorrar. Pues no. Se opta por dejar el servicio de paliativos reducido a la mínima expresión. Total, para qué más, si los beneficiarios se van a morir de todas formas. ¡Ay si lo necesitara el que toma estas decisiones! 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 10/01/2017

lunes, 9 de enero de 2017

QUÉ FRÍO


¡Qué frío! ¿Pero qué frío ni qué porras? Esto no es invierno. Sol, sol y más sol. Clima estable. Calorcillo en las horas centrales del día. Qué menos que, con estas noches tan estrelladas, caiga la temperatura de buena mañana. Poco más. No llueve. No nieva. No hace nada de lo que debería hacer en fechas navideñas. Vaya si cambió el clima. Y nosotros, que cada vez nos vamos pareciendo más a los peces tropicales, de lo sensibles que nos ponemos con los grados del termómetro. Subo en el ascensor con una señora, ¿y qué me dice? Pues que ¡qué frío! Y como acabo de ver el termómetro de la farmacia de Dosil, no me aguanto y respondo. “Horroroso. Nada menos que 15 grados. Ni en Laponia.” Se acabó la cháchara. 
Y claro, como no hace invierno ni nada que se le parezca, sometidos por un poderoso anticiclón, no se renueva el aire y caemos como moscas a causa de la gripe. Una gripe que, por cierto, también es gripe A. Por eso nos tumba como un croché de derecha. Pero ya no es noticia como años atrás, cuando parecía que íbamos a morir todos. Ahora sólo palman unos cuantos, los más desprotegidos, y ya no hay que alarmarse. Bueno, pues permitan que me alarme, aunque sea un poquito. Porque no parece normal pasar del pánico general a tratar la gripe A como si no existiera. 
Acabo de revisar la previsión meteorológica y no tiene pinta de que el cielo se vaya a cubrir a corto plazo. Eso sólo significa una cosa; bueno, dos: el terraceo a la hora del vermú sigue vigente y las toses perrunas y los fiebrazos continuarán a la orden del día. Que, por cierto, también podríamos aprender un poco de los japoneses, que evitan en lo posible propagar sus virus. Socializar la gripe es algo muy español, pero es costumbre que deberíamos reconsiderar. Quédate en casa, hombre, que por un par de días sin bajar al bar no te va a suceder nada. Y si sales, sería un detalle que te taparas la boquita cuando vayas a toser, que esparciendo la basura que llevas dentro no te vas a curar antes. De ponerse una mascarilla, ni hablamos.    

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 9/1/2017

TEN PIEDAD



Venga, Presidente, levántanos el castigo. Lo sé, cometimos el pecado de traicionar a tu partido, con una inmaculada ejecutoria en el concejo de Mieres caracterizada por la equidad y la efectividad, por las promesas de un organizador de cabalgatas. Fuimos débiles. Pero apelo a tu condición de mierense para que ceses en la represalia contra tu pueblo, por más que te hayamos fallado. No puedes despacharnos en el presupuesto regional con 160.000 euros. Con ese dinero no se pagan ni los gastos de kilometraje de los acólitos que te doran la píldora. Por más que nos cambiaras por Somió, no cometas la insensatez de olvidar tus raíces. Y para congraciarnos contigo y los tuyos, si hace falta, nos hacemos amnésicos y borramos de la memoria la identidad de tu padrino político, que es el mismo del de la mayoría de los que te rodean. Borrón y cuenta nueva. Pero no nos abandones, no nos dejes en la miseria, que la venganza de tu partido no nos conduzca a la inanición. Porque, sí, lo reconocemos, el actual gobierno municipal es muy torpe –nada que ver con los gloriosos mandatos socialistas-, pero sin recursos puede ser catastrófico. Y lo acabaremos pagando nosotros, el pueblo soberano, errado y pecador pero soberano, que ya ha cumplido suficiente penitencia. Presidente, asistimos desolados al trato preferente al podemoide ayuntamiento ovetense, al exótico gijonés, a todos menos al nuestro. Ten piedad. En estas fechas tan tiernas saca a la luz al magnánimo que llevas dentro y perdónanos. Y no tengas demasiado en cuenta las cosas que dicen Aníbal y su cuadrilla. Tampoco es plan de pedirle peras al olmo. Pero piensa en tus paisanos, a los que castigas en las futuras cuentas autonómicas por una ofensa que estamos dispuestos a lavar. ¿Qué tal si recuperamos la tradición y para la próxima ocasión ponéis a quien sea – como si no vale ni para pegar sellos - y lo votamos sin rechistar? Lo que con tal de para saciar esa sed de venganza. Como si hay que pasearte bajo palio por Ferraz. Dicen los de IU que nos dejas a dos velas. Para mí que con la limosna que nos vas a dar no nos alcanza ni para una.  

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 3/1/2017

PUES CLARO



Leyendo el especial del 80 aniversario de este periódico llegas a una conclusión evidente: está claro que los que algo pintan en esta región saber lo que hay que hacer, la dirección hacia la que deberíamos caminar, lo que hay que cambiar y corregir, dónde están las mejores posibilidades económicas, cuál habría de ser el futuro de Asturias. Y la pregunta consecuente es: ¿Por qué no se hace? En una sociedad envejecida, hay que volcarse en la atención a los mayores que, además, puede ser una fuente de empleo; y revertir esta dramática situación de huída de nuestros jóvenes mejor formados; y aprovechar la riqueza forestal; y desarrollarnos de modo respetuoso con el medio ambiente; y de una vez por todas apostar por el potencial de un turismo que, a su vez, ha de ser sostenible; y sobre las bases de una indudable tradición universitaria, impulsar una educación puntera; y ser un referente sanitario; y un montón de cosas más, casi todas ellas conocidas. Sin embargo, pasan los años y nada se hace para seguir el rumbo que nosotros mismos señalamos como el correcto. ¿De qué sirve decir que hay que hacer tal, tal y tal cosa si a continuación nos damos la vuelta para mantenernos como estamos? Pues claro que en Asturias, con más motivo que ninguna otra región española, habría que especializarse en la atención de la tercera edad. Pues claro que así, como estamos desde hace tanto tiempo, los científicos se van. Pues claro que hay que solucionar de una vez por todas el abandono de los montes y las áreas rurales. Pues claro que nos interesa el turismo de calidad. Pues claro que el “paraíso natural” ha de ser respetuoso con el medio ambiente. Pues claro que tenemos delante de las narices vetas de negocio y trabajo que no exploramos. Pues claro que el patrimonio histórico y cultural ha de ser rescatado del olvido. Pues claro que reunimos las condiciones idóneas para destacar en ámbitos como la educación y la sanidad. Pues claro. Pero ya está bien de decirlo y no hacerlo. Y los políticos que saben dónde está la salida del túnel y no nos conducen en esa dirección no tienen perdón. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 8/1/2017