lunes, 30 de junio de 2014

CONTRASENTIDO




Según María Luisa Merlo, es poner el pie en Mieres y alegrársele los ánimos. Y es que, desde la primera vez que vino, se siente una mierense más, y así va proclamándolo por el mundo.
Sólo una queja: se aproxima a mí envuelta en ese aura de teatralidad que acompaña a las actrices de larga carrera para decirme que lo único malo fue el viaje en tren desde Madrid, que cuán abandonados nos tienen la RENFE  y el ADIF.
Las fotos publicadas el otro día en este periódico resultaban tragicómicas: el pasaje, de rodillas sobre los asientos, en el tramo entre Asturias y León. Porque viajar en el sentido opuesto al de la marcha del tren, y más si hay curvas, puede resultar muy desagradable. Como que te pillas un mareo de aquí te espero y te apeas con ganas de ingresar por urgencias en el hospital más cercano.
Según razonan, para ahorrar diez minutillos en el recorrido hasta Madrid, el convoy procedente de Gijón es arrastrado culo atrás culo atrás Pajares arriba y abajo. Una experiencia poco recomendable, a tenor de lo que manifiestan los sufridos viajeros.
Pero, en vez de quejarnos, deberíamos suponer que los gerifaltes de las empresas ferroviarias viajan habitualmente en sentido contrario y van tan a gusto. Y por eso entienden que los usuarios también lo pueden hacer sin molestias. Pero como los asturianos y los que presumen de serlo sin serlo tenemos la irritante manía de quejarnos por cualquier cosa, si hace calor, si no lo hace, si llueve, si lloverá, si está soso o salado, si la tortilla está seca o poco cuajada, posiblemente seamos los únicos que protesten por viajar al revés, esto es, que a la estación llega antes el trasero que la nariz. Porque estoy casi seguro de que el presidente de RENFE va así en sus trenes y no se marea. Y por ello, lo considera oportuno y aconsejable. ¿Puede resultar un poco raro? Pues posiblemente. Ir de Gijón a León mirando hacia atrás y de allí hasta Madrid, hacia delante, es algo peculiar, Quién sabe, hasta podría interpretarse como una original metáfora de esta tierra, más inclinada a recordar el pasado que a explorar el futuro.  

Publicado en LNE de Las Cuencas el 27/6/2014


jueves, 26 de junio de 2014

EL NUEVO P.I.B.


Bueno, pues a mí no me parece mal. Ya lo dijo en inolvidable Zapatero: “La economía es un estado de ánimo”. Y si uno ve que las cifras son más rumbosas, se anima. De ahí que la propuesta de incorporar al Producto Interior Bruto las estimaciones sobre economía sumergida, tráfico de drogas y prostitución, debería ser entendida como un modo de estimular a los españoles, que llevamos un montón de años de disgusto en disgusto. Porque, a poco que sean rigurosos en la cuantificación, con esas tres incorporaciones nos ponemos a rebufo de Alemania, si no la adelantamos. Sin ir más lejos, el otro día leí que España se mantiene como líder destacado en Europa en consumo de cocaína y cannabis. Luego, si hay parné para rayas y porritos, tan mal no podemos estar. Si a ello le sumamos la pasta que ingresan los puticlubes, nos movemos en unas magnitudes mareantes.
Porque ya está bien de ir de pobretones por la vida. Que aquí manejamos, vaya si manejamos, pero de extranjis, que es como se nos ha enseñado toda la vida. Lo de las facturas, el IVA, las retenciones y todos esos líos son cosas recientes que aún no han asentado en el ADN fiscal de los españoles. Pero eso no quiere decir que no haya pasta en circulación. Acuérdense de los billetes de 500 € que descansaban en los huecos de los tabiques cuando en el resto de la Unión Europea nadie había visto jamás semejante billetón. Y los pastizales que los Bárcenas y compañía tienen repartidos aquí y allá -bueno, principalmente, allá-, ¿por qué no iban a formar parte del PIB? Y si más del 20 % de la actividad económica nacional se mantiene sumergida, es por conveniencia, porque interesa, porque para que la tierra produzca, además de agua fresca y buenos abonos, también hay que echar bastante caca.
Así que eso de mirar para otro lado, como no queriendo ver pero sabiendo que ahí está, me parece que está condenado a desaparecer, al menos en cuanto a sus cifras macroeconómicas. Y tan respetables son las exportaciones de automóviles y los ingresos por turismo que los rendimientos de pilinguis y canutos. Además, esas cifras nos pondrán en nuestro lugar. Como debe de ser. 

Publicado en LNE de Las Cuencas el 26/6/2014



lunes, 23 de junio de 2014

MULTIPLICADA POR DOS



Claro, yo es que no había caído en lo rebuscado de la jugada. Y con razón está Verstrynge como está, azotado y con un subidón tricolor que lo tiene fuera de sí. Que el pobre hombre, conforme fue madurando, se desplazó progresivamente de derecha a izquierda, desde las faldas de Fraga hasta el ala dura de Podemos. Y lo que le queda, porque de seguir así, acaba completando la órbita y vuelve a empezar por las juventudes de Cristo Rey –que no es el hijo del domador y la vedette, no confundir-. La verdad es que yo andaba tan tranquilo hasta que no sé quién me lo explicó: Pero cómo no van a estar los republicanos que echan pestes. Ahora no hay un rey sino dos, el padre y el hijo. Y dos reinas. De la noche a la mañana se ha duplicado la monarquía. Que si no quieres caldo, toma dos tazas. Porque Juan Carlos y Sofía continúan siendo majestades, que aquí no se ha descoronado ni el tato. Nos han hecho el truco del almendruco en nuestras mismas narices. Y menos mal que alguien me lo aclaró que, si no, yo sigo tan pancho, como si nada hubiera sucedido, cuando lo cierto es que el paripé que han montado supone una agresión en toda regla a la inmensa mayoría republicana. Qué digo inmensa: inmensísima. ¿Que no queréis un rey? Pues, hala, tomad dos. Y con sus respectivas. Un gol por toda la escuadra. Como aún andábamos sonados tras el fiasco mundialista, los artífices de esta conspiración aprovecharon la oportunidad y zas, monarquía multiplicada por dos. Y si serán ladinos y perversos que a asturianos, catalanes y vascos –los que más damos el cante republicano- nos colocan ahora una preciosa princesita con la que no hay manera de ponerse desagradables, porque a ver ahora quién es el guapo sale a la calle a vociferar contra la Princesa de Asturias, Gerona y Viana. Te corren a gorrazos hasta los dibujos de Disney. Que al padre y al abuelo, vale, se les puede decir de todo, pero con qué cara vamos a insultar como sabemos a esta muñequina. Es una operación maquiavélica del todo.  
Y decían que los borbones eran tirando a cortos de entendederas. ¡Ja!

Publicado en LNE de Las Cuencas el 22/6/2014



viernes, 20 de junio de 2014

LO HECHO, HECHO ESTÁ


Pero hombre, no me fastidies. A santo de qué viene ahora la bobada de ponerse a investigar los resultados de la inversión de 18000 millones de euros en las comarcas mineras españolas. Lo hecho, hecho está y ya no tiene remedio. Desconozco lo sucedido en otros lugares, pero aquí pasó lo que tenía que pasar. Ya lo dijo Victor Chernomirdin, el que fuera primer ministro ruso en tiempos de Boris Yeltsin: "Quisimos hacerlo bien y nos salió como siempre". Pues eso, que mejor si lo dejamos estar. A saber a quién se le ha ocurrido semejante genialidad. Estudiar para qué sirvió todo aquel montón de dinero. A buenas horas. Y esperemos que los fisgones no sean de estos europeos del norte, calvinistas tiquismiquis que no entienden que entre el resultado previsto y el final pueda haber, digamos, variaciones. Y que es posible que el dinero llegue a evaporarse sin que necesariamente alguien se lo haya metido en el bolsillo. Unos empresarios ejemplares, unos planificadores de inquebrantable conciencia social, una cierta ligereza a la hora de aflojar la mosca y ya está: unos millones que se volatilizan. ¿Se consiguió algo, además de perder el dinero? Pues no, pero son cosas que pasan y no hay por qué culpar a nadie. Se hizo lo que se pudo y no hay más que rascar. Si la planificación hubiera sido más profesional, si los autores de la misma hubieran sido algo más competentes, si los que aprobaban y financiaban los proyectos hubieran sido más exigentes, si, si, si. 
Pero como no fue el caso, qué sentido tiene ponerse ahora a remover el tema, a no ser que busquen aprender y corregir de cara al futuro. ¿Quienes tomaron las decisiones? Pues el resultado está en consonancia. Los milagros, en Lourdes. 
A ver si estos fulanos se lanzan a hacer preguntas incómodas y a rebuscar entre los papeles. No jorobes. Además, tenían que haber sabido que no se le pueden pedir peras al olmo. Así que no nos vengan ahora con recriminaciones. Haberlo pensado antes. ¿Saben lo que consiguieron? Que nos pasemos la vida echando de menos la mina, convencidos de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y encima, no contentos con ello, se proponen escarbar en nuestras cosas. Debería darles vergüenza.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 19/6/2014


miércoles, 18 de junio de 2014

PREGUNTAS



Oigan, que ya que nos ponemos a preguntar, mejor sería hacerlo sobre todo, aprovechando el referéndum. Un cuestionario en condiciones, que uno pueda llevarse a casa, cubrir con tranquilidad y devolver en una fecha determinada. Porque si a algunos interesa muchísimo lo de república o monarquía, a mi me intriga el tema de la autodeterminación y me gustaría saber el porcentaje de españoles partidarios de la independencia de sus territorios. Y consultaría sobre la conveniencia de ampliar el procedimiento de elección democrática, además de a la jefatura del estado, a otros poderes que son incluso más importantes. Porque sólo nos fijamos en el rey, pero qué decir del poder judicial. ¿Acaso es elegido democráticamente por los españoles? Si votamos a los que legislan e, indirectamente, a los que ejecutan, ¿por qué no podemos votar a los que juzgan? Sinceramente, es algo que me preocupa más, porque sus decisiones nos pueden afectar directamente. Y ya que nos ponemos, también nos deberían preguntar si queremos continuar con las autonomías o volvemos a lo clásico y nos evitamos tantísimas administraciones.
Es que, de verdad, se me ocurren montones de cuestiones que nunca se nos han consultado, sobre las que podríamos decidir en un superreferéndum. Desde las relaciones con las confesiones religiosas hasta la financiación de partidos políticos. La limitación de mandatos, la formación y experiencia mínimas para poder representar a la ciudadanía, la cadena perpetua, el aborto... Por ejemplo, quisiera saber cuántos españoles son partidarios de que la sanidad y la educación públicas sean competencias exclusivas del Estado. Y quiero que me pregunten si estoy a favor de que con el dinero de todos se financien sindicatos y organizaciones empresariales. Y si los fondos del Estado pueden utilizarse para reflotar negocios privados. Y sobre el indulto, el aforamiento y los cargos de libre designación dentro de la administración. Y sobre la privatización de bienes, servicios y empresas públicas. Y sobre las responsabilidades penales y civiles de los representantes políticos.

El caso es que a mí todas estas cuestiones me parecen muchos más vitales que el hecho de no poder votar al rey. Y no tengo arte ni parte en ninguna de ellas puesto que mi opinión carece de valor. Hacen con nuestras vidas lo que les da la gana y sobre ello, precisamente, no exigimos ser consultados. 


Publicado en LNE de Las Cuencas el 17/6/2014

NI TANTO NI TAN CALVO



Cuando escribo estas palabras aún no ha comenzado el Mundial de fútbol, pero me gustaría comentar con ustedes la pasmosa facilidad que tenemos los españoles para pasar del todo a la nada, del blanco al negro, en un instante. “Uf, estos “mataos” van a hacer el ridículo”, “no pasan de la primera ronda”, “como siempre, pa casa a la primera de cambio”. Eso llevo oyéndolo una buena temporada, como si hubiera caído en el olvido la increíble sucesión de éxitos de la selección española, como si aquello jamás hubiera existido o como si ahora sólo nos conformáramos con el triunfo.
Miren que yo era de los convencidos de que nuestra selección jamás haría nada destacable en los torneos internacionales. De hecho, lo puse por escrito, en otra demostración de que la adivinación no es una de mis virtudes más relevantes, y fui un fiel seguidor del lema “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”. Porque así era, en el último minuto, de penalti injusto, fallando un gol cantado, por culpa del árbitro, por lo que fuera, España siempre acababa saliendo de las competiciones antes de tiempo y por la puerta trasera. Poco después, a mí y a millones de ciudadanos La Roja nos tapó la boca. La memoria no puede ser tan débil que nos haga olvidar que los nuestros son los vigentes campeones del Mundo y Europa. Y no por casualidad –una vez, pase; tres, imposible-. Ni es normal que recaigamos en el anterior espíritu chungo. No siempre se puede ganar, es evidente. Pero los tiempos en que nos sentábamos frente al televisor con la moral del sparring que sube al cuadrilátero rezando para que la paliza acabe pronto, pasaron. Ahora, los nuestros ya saben ganar y pueden volver a hacerlo. Son conscientes de ello. Y los rivales. Y deberíamos tenerlo presente nosotros también.
Ni tanto ni tan calvo, hombre. Me parece que lo guapo ahora es sentarse a ver un partido con la sensación de que es posible. Como también es posible perder, porque la competencia no es coja, precisamente. Pero darnos por muertos antes de arrancar o poner el listón tan alto que sólo nos valga que la copa vuelva a pasear por las calles de Madrid, me parece un pelín exagerado.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 16/6/2014



MATA



No lo dice un cualquiera. No es un exaltado, un antisistema, un perroflauta. No es el omnipresente Pablo Iglesias. No es el lema que pasea por ahí una concentración de greñudos. Es el Papa Francisco el que manifiesta, con una rotundidad impropia del lenguaje vaticano, que el sistema económico internacional mata. No es que sea más o menos malo, no: MATA.
Está claro que si la mayoría de la Humanidad pasa necesidades y privaciones existiendo como existe la posibilidad de evitarlo, si las materias primas de África son arrancadas para que unos asiáticos, a cambio de un plato de arroz, construyan el teléfono móvil que un ejecutivo de Wall Street utiliza para jugar con el precio de las cosas a nivel global, si el mundo libre y desarrollado basa su estatus de privilegio en la falta de libertad y la pobreza del Tercer Mundo, el sistema mata. Pero lo que dice el Papa es que ese sistema también nos está matando a nosotros, los supuestamente a salvo. Qué ocurre con nuestros jóvenes, a los que se ha arrebatado el horizonte profesional; qué sucede con los cincuentones y sesentones, maduros y cargados de experiencia, a los que se da una patada y condena al ostracismo.
Fíjense en el contrasentido: la ciencia moderna buscar estirar la esperanza de vida pero la máquina creativa y productiva que impulsa esta sociedad desprecia la edad avanzada, hasta el punto de comenzar a considerarla un problema. Y, por otra parte, llegamos a la conclusión, tras notables periodos de dudas, de que sin infancia y juventud, sin relevos generacionales, esto se agota. Vale, pero no permitimos que se incorporen a la circulación.
El problema es que el sistema o, más concretamente, quienes lo dominan, están a gusto con el rendimiento que les aporta. La muerte, la pobreza de tantos, la explotación de millones, son un buen negocio. La sustitución del actual sistema económico por otro más justo y eficiente pasaría necesariamente por la renuncia de las selectas y poderosas élites a sus inmensos beneficios -algo improbable- y por la convicción global de que el objetivo no puede ser que unos pocos alcancen la cima –que forma parte del ADN egoísta y acaparador del ser humano- sino el aprovechamiento equitativo de lo muchísimo que este planeta aporta. 


Publicado en LNE de Las Cuencas el 15/6/2014  



miércoles, 11 de junio de 2014

TRADUCTORES



Pero qué útil es esto de internet, ¿verdad? Encuentras de todo, accedes a la información en un abrir y cerrar de ojos y solucionas en un momento lo que años atrás requería vueltas y más vueltas. Y de lo que se entera uno. Si vas a viajar, antes de ponerte en marcha puedes hacerte una idea del lugar, incluso puedes verlo a pie de calle, elegir el hospedaje, los restaurantes, los sitios que merecen la pena ser visitados, sobre la base de las experiencias de los viajeros que ya pasaron por allí. Por cierto, que tiene su gracia que en la mayoría de ocasiones encuentres opiniones radicalmente opuestas sobre un mismo hotel o restaurante. Ayer estuve buscando alojamiento en una ciudad concreta y casi acabo majareta –que, por otra parte, es el efecto secundario más relevante del exceso de información-. El mismo hotel, para unos estaba en el centro de la ciudad y para otros estaba bastante apartado. Unos sostenían que las habitaciones eran confortables mientras que otros aseguraban no haber podido pegar ojo. Para unos, el desayuno era abundante y correcto y para otros, escaso e incomestible.
Pero lo que ya es la bomba es la lectura de las críticas extranjeras traspuestas al castellano por obra y gracia de los traductores automáticos. Puede uno llorar de risa. Escudriñando en las decenas de opiniones sobre el hotel en cuestión encontré la siguiente frase: “Cuidado con las camareras crecientes tempranas”. Que uno lee eso y se sobresalta sí o sí. Pero qué clase de personal contrata ese hotel, que da miedo la cosa, unas camareras que crecen de madrugada o algo por el estilo. La verdad es que mi primera intención, por si las moscas, fue descartar definitivamente ese alojamiento. Pero me pudo la curiosidad y me detuve a leer aquella crítica en su totalidad. Gracias a la traducción automática, las doce líneas se hacían prácticamente incomprensibles, por lo que no se sabía si el hotel estaba bien o mal. Sólo saqué en claro que lo de las camareras crecientes tempranas se refería a que la limpieza de las habitaciones se iniciaba de buena mañana, demasiado pronto para el huésped. Y si aquella enigmática frase no me daba buena espina, imaginar el zumbido del aspirador a primera hora facilitó mi decisión.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 11/6/2014



martes, 10 de junio de 2014

ALERTA



La rutina lleva a la relajación y esta, a cometer errores. Cruzamos la calle por donde siempre, casi sin fijarnos; manipulamos de modo automático aparatos que pueden resultar peligrosos, sin prestar atención a lo que estamos haciendo, sin comprobar que todo funciona correctamente, sin observar a nuestro alrededor por si existiera riesgo de dañar a otras personas. Es entonces cuando sobrevienen los accidentes. No hay mala voluntad ni negligencia. Es la rutina, que puede acabar siendo mortal.
Supongo que a todos la vida nos da un sustillo de vez en cuando, ese recordatorio de que hemos de mantenernos en un mínimo estado de alerta. Un perro que repentinamente cruza la calzada y que nos obliga a dar un volantazo, un mal paso al caminar de modo distraído, una herramienta con la que nos lastimamos por no utilizarla correctamente. Y si malas pueden ser las consecuencias propias, aún peor es poner en peligro a los demás. Un pinchazo en la tubería del gas, una chapuza casera, un despiste al volante, son suficientes para provocar un daño tremendo. Y luego vienen los lamentos, por qué no lo pensaría antes, quién me mandaba a mí, qué mala suerte la mía...
Soy el primero en entender que a veces es complicado prestar la atención debida cuando uno va por la vida con la cabeza cargada de preocupaciones, pensando en los recibos que están al caer, los ingresos que no acaban de llegar, los padres, los hijos... Vamos y venimos, abrimos y cerramos, cruzamos, arrancamos y frenamos, encendemos y apagamos, montamos y desmontamos, con la mente desconectada de lo que estamos haciendo,  Pero es que hemos de ser conscientes de que por una tontería, en un visto y no visto, la tenemos liada.
Ayer nos ocurrió a nosotros. Afortunadamente todo quedó en un susto y no se produjo ningún perjuicio, salvo la presión arterial de los que nos vimos involucrados. Pero es un susto que nos obliga a redoblar la atención, a elevar el estado de alerta, a ser más previsores, de modo que hagamos menos probable que por nuestras acciones alguien pueda salir malparado. Es lo que siempre nos dijeron nuestras madres: piensa bien antes de actuar.


Publicado en LNE de Las Cuencas el 10/6/2014


lunes, 9 de junio de 2014

EN UN AÑO




Pues bien pensé yo que la polémica de los contenedores acompañaría a Aníbal hasta el final de la legislatura y, mira tú por dónde, dentro de poco hará un año de su puesta en servicio y de aquel guirigay sólo queda un vago recuerdo. Vamos, que hasta lo puse por escrito y todo. Y advertí al Alcalde de que se estaba condenando. Y mírennos ahora, como si nada hubiera sucedido, paseando la bolsita en paz y armonía. Aunque bien es cierto que el regidor tuvo la habilidad de distraer la atención descalabrándose a bordo de un quad. Y después, exhibiendo las secuelas para dar pena a la parroquia. Y más tarde, sacando la baja para tenernos todo el santo día preguntando por él. Y, ahora, reapareciendo sin barriga y con color de veraneante. Pura estrategia, una táctica del despiste bordada. Bueno, les diré que actualmente la tertulia del contenedor versa en exclusiva sobre este puñetero tiempecito que no acaba de asentar, que un día bajamos en bañador y el siguiente con el plumífero y las botas de agua. Y a partir de ahora, que unos cuantos marchan a sus residencias costeras, me veo más solo que la una. Pero aún ha quedado tiempo para hablar de la abdicación. Como nos conocemos, y ya sabemos de qué palo es cada uno, finalmente, la reflexión consensuada es la siguiente: la ley orgánica de la sucesión real se va a aprobar en un visto y no visto, veinte días desde que se hizo pública la noticia. Y eso con el tinglado logístico y protocolario necesario para que se produzca el traspaso efectivo. ¡Veinte días! Bueno, pues va para seis meses y nada se sabe del trámite administrativo de reapertura de la piscina de Vega de Arriba. O sea, que sustituir a un rey por otro es mucho más sencillo, aunque pueda parece lo contrario. Luego llegamos a la conclusión de que es muy posible que, si de aquí a un año se iniciara el proceso de cambio de la forma de Estado de monarquía a república siguiendo los pasos que marca la Constitución –disolución de las Cortes, elecciones constituyentes, referéndum y la pera limonera- tengamos un presidente de la república española antes de que la piscina vuelva a abrir. 

Publicado en LNE de Las Cuencas el 8/6/2014

ALGO SE MUEVE



Los que me siguen desde hace años ya sabrán que no soy precisamente de los que suelen ver el vaso medio lleno. Al contrario, eso de que un pesimista es un optimista bien informado me parece muy acertado y, además, evita las depresiones y los disgustos provocados por las falsas expectativas, las ilusiones desmedidas y las cuentas de la lechera. Pero, o mis sentidos me están engañando o comienzo a apreciar en la calle un cierto movimiento, como el lento despertar de un letargo que dura ya más de un lustro. En la zona en la que me muevo habitualmente observo un estado de ánimo algo más elevado y ganas de hacer cosas y librarnos de la espesa niebla. Y como por sí sola no levanta, pues habrá que sacudirla como sea. Veo a Begoña dándole vida a su Cachitos, ya sea organizando un exitoso concurso de tortillas como cantando números y obsequiando a la clientela. Loli Olavarrieta y los suyos están en constante arrebato organizativo de actividades y promociones que acerquen a los mierenses a su comercio y hostelería. Lelo y Celsa impulsan una renovada y divertida marcha en Eros. Y, en general, se advierte un cambio de tendencia, como si algo comenzara a moverse. Y es que no podemos vivir en un permanente lamento, con esas caras largas que da pena verlas. Si bien la situación dista mucho de estar medianamente bien, tengo la necesidad física y mental de aferrarme a los indicios de mejoría, de concentrarme en la gente sonriente, ilusionada y con iniciativa y de desprenderme de llorones y protestones que parecen vivir muy a gusto con una nube negra sobre las cabezas. Porque para llorón y protestón ya me basto y me sobro yo mismo.
Por ello, hoy quiero agradecer su esfuerzo a todos los que cada día se esmeran en hacernos la vida más agradable, que no te reciben con gesto de funeral, que se han propuesto ponerle buena cara al mal tiempo y que, a pesar de la infinidad de dificultades existentes, se están sacudiendo la tristeza para propiciar que nos animemos un poco más. Por mi parte, espero estar a su altura, saber reconocer su valía y no persistir en el pesimismo. Son demasiados años oscuros ya. Toca algo de color.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 7/6/2014


jueves, 5 de junio de 2014

SEAMOS PRÁCTICOS (POR UNA VEZ)



Por una vez, coincido con el PNV, que le busca el sentido práctico a la institución monárquica, esto es, que mientras que sus titulares ejerzan su labor de modo profesional y los resultados sean buenos para el conjunto del Estado, pues vale. Y si se trata esencialmente de la representación de España, cuanto más conocedores de la tarea sean quienes ostenten el cargo, mejor. Y nadie más especialista en esto de representar que un rey, que lo hace desde la cuna. Salvo que te salga un imbécil, al estilo de Fernando VII –hay que jorobarse que precisamente a este lo devolvimos al trono del que lo largaron los franceses.
Porque, por muy democrática que sea, no le veo la gracia a la figura del presidente alemán o italiano, con funciones similares a la real pero sin su imponente imagen, sobre todo, extramuros. Vale, seamos republicanos, pero a la francesa o norteamericana, pudiendo elegir directamente a un presidente con poderes ejecutivos de verdad. Porque eso de meternos en movidas de consultas populares y cambios fundamentales de la Constitución para acabar votando a un sujeto que no pinta nada me da una pereza espantosa. Para eso me quedo como estoy, que seguramente sale más barato -que pregunten a los italianos a cuánto les sale el kilo de presidente-.
Hoy escuché que sólo un 15% del Congreso de los Diputados votará en contra del proceso sucesorio. Bueno, como que el supuesto clamor a favor de la república hay que ponerlo entre paréntesis. Que, de verdad, no me parece ni bien ni mal. Es una reivindicación de lo más respetable y el que quiera ondear la bandera tricolor, que lo haga en plena libertad. Pero bueno, no tengo claro que la causa republicana se gane pintando los buzones de correos, luciendo la enseña en un edificio consistorial que nos pertenece a todos o quemando la fotografía del heredero.
La cúpula del PSOE hace un ejercicio de responsabilidad que se agradece en estos momentos, que bastante follón tenemos ya, y reprime los ímpetus republicanos para favorecer un apacible relevo de monarca. A ver si es verdad. Y, por una vez, también estoy de acuerdo con Rajoy: el que quiera república que la promueva por los cauces existentes. Y a ver qué pasa.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 5/6/2014


miércoles, 4 de junio de 2014

REY POR REINA



Pero, seamos sinceros, ¿a quién le importa el nuevo rey? El morbo está en ellas, en las reinas. Fíjense, si no, en los recién proclamados reyes de Holanda y Bélgica. Nadie mira para ellos. Si se descuidan no salen en las fotos. Las que interesan son las reinas consortes. Ellas concitan la atención de la opinión pública, salvo que el titular de la plaza la arme muy gorda.
¿Quién se va a fijar en Felipe VI estando Letizia presente? El modelito, los andares, el joyerío, que si está de morros, que si se pone en plan altivo, que si hoy está indispuesta, que si come como un pajarín, que si vaya miraditas le echa al marido. Ahí está el meollo de la cuestión. De hecho, si por mí fuera, es ella la que debería jurar el cargo, con su estudiada entonación de locutora, andamiada en esos tremendos tacones, dejando flotar su medio kilo de peso corporal.
Desde que se hizo pública la abdicación del rey me ha llamado un montón de republicanos alteradísimos, casi como pollos sin cabeza, como si nos hubiéramos salido de la órbita alrededor del sol. Calma, por Dios, que no pasa nada. Mira que somos dados al alboroto sin ton ni son. Lo que va a suceder es algo que deberíamos considerar normal, moderno, acorde a los tiempos. Con casi tres cuartos de siglo a las espaldas, cascado como está, mermado físicamente y con la imagen de la institución monárquica bastante deteriorada, en gran parte, como consecuencia de sus acciones y omisiones, el monarca hace lo que tiene que hacer, lo que muchos venían reclamando desde hace tiempo. Y la sucesión, a pesar del artificial ruido mediático que ya se ha desencadenado, puede y debe llevarse a cabo sin estrépito ni sobresaltos, como se hace en otros países.
Observo con simpatía a los que en este proceso ya se ven más próximos a la tercera república, ese régimen ideal en el que los españoles podamos elegir a nuestro presidente. Ya veo la terna de candidatos: Aznar, Zapatero, Felipe. Con Anguita, Bono y Espe de suplentes. Santo cielo. Por eso España es una monarquía. Si toda la izquierda, el cien por cien del nacionalismo y la derecha más radical son republicanos, es una cuestión de supervivencia del país.  

Publicado en LNE de Las Cuencas el 4/6/2014



martes, 3 de junio de 2014

SENTIDOS OPUESTOS



¿Se dan cuenta de que en épocas de crisis en los países, digamos, más sociales, emerge la ultraderecha y que en los menos sociales crece la ultraizquierda?
Holanda y Francia son ejemplos de estados que ayudan a la ciudadanía. Si tienes hijos, si eres anciano, si quieres estudiar... te echan una mano, pues allá se entiende que este tipo de ayudas son tan buenas para ti como para el país. Además, se trata de sociedades que no están atadas a la propiedad, en las que la gente puede vivir de alquiler en vez de colgarse del cuello la enorme piedra de las hipotecas. Y no son países que estén padeciendo la presión de la inmigración como nos ocurre a nosotros. Entonces, curiosamente, cuando la situación general pinta mal, basculan hacia la derecha radical y xenófoba.
Por el contrario, en España, donde el apoyo a la población es una rareza, un estado que impulsa la propiedad como modo casi exclusivo de vida –algo que el español tiene interiorizado de manera enfermiza; lo primero, comprar un piso-, lo que nos condena de por vida a arrastrar la hipoteca, y que convive con la tremenda presión de la inmigración, asciende la izquierda más a la izquierda, contraria a la propiedad privada como sacrosanto principio y partidaria de que el flujo migratorio sea libre.
O sea, que los que viven en sociedades teóricamente más evolucionadas, en cuanto a la organización general y al respaldo que el estado proporciona al individuo, se inclinan por la opción más reaccionaria, mientras que los que siempre practicamos eso del “sálvese quien pueda” y que “ lo mío es mío y de nadie más”, derivamos hacia el socialismo real. Los inquilinos giran a la derecha y los propietarios, a la izquierda.
Es algo que ha sucedido también en Dinamarca, Austria, Suecia..., países tan bien desarrollados, de organización solidaria y conciencia colectiva auténticamente social, que cuando ven peligrar su modelo votan a lo menos social y solidario para que los defienda. Paradojas de la vida.

Y, sin embargo, aquí afortunadamente la ultraderecha xenófoba no logra representación, a pesar de que las condiciones para que el caldo de cultivo prospere existen. Somos así de peculiares: nos volvemos a inclinar hacia la izquierda, sí, pero con título de propiedad.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 2/6/2014

lunes, 2 de junio de 2014

EXPLICACIONES



Lo que son las cosas: en el vuelo de regreso de Tierra Santa el Papa Francisco concedió una rueda de prensa al grupo de periodistas que cubrieron el histórico viaje. Sin condiciones ni censuras, dejando que los profesionales de la información se organizaran a su manera, cara a cara, sin personas interpuestas. He aquí una clara muestra de valía, seguridad en uno mismo y transparencia.
Por el contrario, los mediocres que dominan la política española se escudan tras pantallas de televisión, censuran preguntas, incluso periodistas, e imponen estrictas condiciones para la celebración de debates, todo ello con el fin de disimular la incompetencia, la falta de formación y conocimientos, la ausencia de convicciones morales. Y utilizan a los guardaespaldas como barrera defensiva contra preguntas comprometidas. Porque dar explicaciones les resulta muy desagradable. Y responder de modo sincero, algo perfectamente evitable. Mejor resguardarse tras los fornidos escoltas o, si no queda otro remedio, salir por peteneras. Un presidente del gobierno español debería, al menos una vez al trimestre, comparecer ante los medios de comunicación y contestar a sus cuestiones; cuestiones libremente planteadas, eso sí, sin cortapisas ni evasivas. Los ciudadanos tenemos derecho a que se nos expliquen las cosas, a saber de primera mano el estado del país, a que se nos rindan cuentas, se nos aclaren las dudas, se nos diga verdad. Ya está bien de entrevistas pactadas y de preguntas inofensivas. No hace mucho, el presidente Hollande compareció ante los medios informativos para explicar aquel lío de faldas que se traía el hombre. Pues hasta que el último periodista hizo su pregunta no se movió de allí. Y contestó.
Pero resulta que Rajoy y la caterva de ministros que lo rodean – de los cuales, en un país serio, más de la mitad ya habrían sido cesados -  únicamente se explayan en entornos amistosos en los que la audiencia acude a aplaudir y no a meter el dedo en la llaga. Y la oposición hace exactamente igual, mostrándose y escondiéndose al ritmo de los titulares de prensa.
Es penoso saber que en España es impensable que un político de peso se plante a pecho descubierto ante a los medios de comunicación, respondiendo honestamente a lo que se le pregunte. Y menos en el avión oficial, porque estaría estropeado.

Publicado en LNE de Las Cuencas 01/06/2014