jueves, 31 de agosto de 2017

PERDER LA RAZÓN



A las puertas de la plaza de toros de Palma de Mallorca se concentran los antitaurinos para protestar contra en festejo que está a punto de celebrarse. Mucha agresividad, mucho lenguaje grueso, mucho vocerío malsonante para recibir a los asistentes a la corrida. La cámara gira y se concentra en una chica joven, con la cabeza llena de rastas, la cara, de piercings y los brazos, de tatuajes tribales. La chica grita “asesinos” y “pederastas” -sí, pederastas- a los que llegan. Vaya cómo se nos va la pinza. Qué manera de sacarlo todo de quicio. Qué modo de perjudicar la noble causa de la protección de los animales. Si no lo saben ya, lo digo de nuevo: detesto las corridas de toros. No puedo con ellas. Y me llega a molestar que algo así se conozca como la “fiesta nacional” de mi país. Que una cuadrilla de travestidos armados la emprendan a cuchilladas con un toro hasta lograr matarlo poco a poco me parece una salvajada, por más que pretendan revestirla de tradición y, lo que ya es el colmo, de hecho cultural. Y no entiendo por qué hay tantos seres humanos que gozan con el sufrimiento animal. Como no comprendo el disfrute de disparar contra hermosos ejemplares por el simple capricho de quitarles la vida. Porque no concibo nada más bello que su propia existencia. Y admiro profundamente a los que luchan por los derechos de los animales, a los que rescatan mascotas abandonadas, a los que se enfrentan a los torturadores. Pero me apena muchísimo observar el rumbo que de un tiempo a esta parte ha tomado esta cruzada, que ahora parece encabezada por la radicalidad más indeseable. ¿Pederastas? ¿Asesinos? ¿Eso es lo que califica a los aficionados a los toros? ¿Es este el camino? ¿Es esta la vía para intentar inocular la carga de sensibilidad de la que, entendemos, carece una parte de la población? No. Esto es perder la razón. Y debilitar una posición que ha costado mucho alcanzar. Salvajadas contra las salvajadas. Brutalidad contra la brutalidad. Lo siento, coincidimos en los fines o, si no en todos, en la gran mayoría de ellos, pero esta forma de lucha no es la mía.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 7/8/2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario