miércoles, 28 de septiembre de 2011

PLANES


Tenía un pariente cuya mayor ilusión en la vida era comprarse un coche deportivo, concretamente un Porsche. Y deseaba conocer los lugares remotos de los documentales que tanto le gustaba ver. Trabajó duro, partiendo de la nada creó e hizo prosperar una empresa que daba de comer a medio centenar de familias, sacó adelante a su prole y cuando, por fin, estaba en condiciones de disfrutar de lo cosechado, el cuerpo se empecinó en llevarle la contraria. Con la jubilación tuvo que renunciar al Porsche de sus sueños porque su castigado esqueleto ya no estaba en condiciones de doblarse para entrar y salir del angosto habitáculo. Y se echó atrás en su propósito de conocer Australia. Con la vejiga medio suelta y la riñonada al jerez, sólo pensar en la paliza de horas de avión le ponía los pelos de punta. El reloj de oro dormía en un cajón porque apenas veía las agujas. Adiós a las cosas ricas de comer: nada de grasas, nada de alcohol, ni chuletones ni paletillas de lechazo; verduritas y pescadín a la plancha. Todos los proyectos quedaron mediatizados por las citaciones de las diversas consultas médicas. Además, los hijos trajeron nietos. Y los nietos acabaron pasando más tiempo con los abuelos que con los padres. Lo bueno de la vida, lo planeado para el futuro llegó demasiado tarde, cuando ya no lo podía disfrutar.
Una de las últimas veces que lo vi, estaba en la calle, con un racimo de nietos asidos a cada mano, contemplando con arrobo un espectacular descapotable aparcado en doble fila. Al sentirme llegar se giró y señalando con la cabeza al alborotado grupo de nietos, me dijo: “No lo dejes para más adelante. Cuando quieras darte cuenta, el futuro ya pasó”. “Anda, no te quejes, que tienes buenos motivos de felicidad” – le respondí, señalando a los pequeños. “Ya, ya. Tú hazme caso y no te demores. Porque los sueños, como los hagas esperar, se desvanecen”. Y se alejó intentando dominar el remolino de niños que lo envolvía, pero girando la cabeza para echarle una última ojeada al descapotable.
Ya saben que la vida es eso que sucede mientras uno hace planes.


Publicado LNE 19/08/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario