miércoles, 3 de mayo de 2017

LOS CASOS AISLADOS



Bueno, que digo yo que a base de acumular casos “aislados” llegará el día en que el diagnóstico de “corrupción sistémica” del Partido Popular no tenga vuelta de hoja. Que para mí que hace mucho tiempo que no la tiene. Es posible que, allá en nuestro pleistoceno democrático, en el cesto sólo hubiera un par de manzanas con “cocos”. Pero hoy ese cesto está completamente podrido. Un coco, y otro, y otro más y las manzanas sin tratar. Como mucho, cubiertas con un plástico para que no se vieran. Pero cada vez que se descubre, la realidad es incontestable: cojas la manzana que cojas, tiene “coco”. Y mucho me temo que hasta que el PP no haga el ejercicio de mirarse en el espejo y comenzar a llamar a las cosas por su nombre no habrá tratamiento que valga. Lo primero es reconocerlo. Después vienen el acto de contrición, el propósito de enmienda y la penitencia correspondiente, que no se la impone uno mismo, por cierto, por aquello de que se suele ser más indulgente con los pecados propios que con los ajenos.
Si lo piensas bien, es desconcertante que una sociedad democrática elija mayoritariamente ser dirigida por un partido contaminado de corrupción. Y, además, lo hace reiteradamente. ¿Qué opinión tiene esa sociedad del resto de la oferta electoral? Nuestros socios europeos también tienen sus escándalos y sus chorizadas, pero los depuran, se caen del cartel. En España los reelegimos. En España funciona el “pues anda que tú”. En España nos aferramos a lo malo conocido. Porque lo bueno, si es que lo es, tiene una pinta muy rara. Y dice cada cosa que vaya tela. ¿Y quién quiere un gobierno de despelurciados anti todo? Mira los griegos. Con sus mangantes de toda la vida iban malamente, pero iban. Ahora, ni están.
Sólo el rechazo que despierta la oposición puede explicar que el partido político más corrupto de Europa se mantenga en el poder. Es algo desolador. Rajoy y los suyos pueden seguir con la cantinela de que “son casos aislados” mientras la competencia se encerrice en ganar una guerra, en reescribir la historia, en acosar el credo mayoritario, en decirnos cómo hemos de ser. Así, los “casos aislados” nunca dejarán de serlo.  

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 2/5/2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario