jueves, 10 de julio de 2014

ESTORBOS



Por qué será que cada vez que uno tiene prisa todo el mundo se pone en medio, se atraviesa y estorba. Y que cuando a uno le interesa algo en particular se produzca un efecto magnético que multiplica la atracción hacia eso mismo. El otro día quise echarle un vistazo a una prenda en particular y no fui capaz; los grandes almacenes estaban prácticamente vacíos, salvo el pasillo en que se hallaba el objeto de mi interés. Nadie lo adquiría ni lo probaba. No, sólo se situaban ante él, bloqueando el paso, imposibilitando incluso su visión. Únicamente quería echarle un vistazo a aquella cosa y no fui capaz. Y cambié de negocio, pues se trataba de algo común, pero me sucedió lo mismo, con el agravante de que, como se echaba encima la hora de cierre, el trayecto estuvo continuamente salpicado de interrupciones, gente que se detenía sin ton ni son, impidiendo el paso, concentraciones de mamás con cochecitos grandísimos que se ponen de charla ocupando completamente la acera... Era como una confabulación a gran escala para que a un servidor le resultase imposible hacer lo que quería hacer. Que no era nada del otro mundo, todo sea dicho, pero que tenía el capricho y la curiosidad. Bueno, pues por fin llegué con la lengua fuera al siguiente establecimiento, me orienté en el interior del amplio espacio repleto de productos a la venta, sorteé a cuantos se conjuraron para impedir mi aproximación, que fueron decenas, y cuando creí haber alcanzado la meta, allí me topé de bruces con otro montón de gente, como una boda al completo, acampados justo frente a la prenda de mis deseos. Y, entonces, desistí. Estaba claro que no era mi día. Una conjunción de factores externos e incontrolables impedían que pudiera alcanzar el objetivo. Abandoné. ¿No se preguntan por qué pasan estas cosas tan raras? Que te mandan a por un kilo de azúcar y por una misteriosa razón es como si a todo el mundo le hubiera dado por lo mismo, que el día en que tienes prisa sólo encuentran aparcamiento los que circulan justo delante de ti, que cuando surge una urgencia es como si la humanidad decidiera cruzarse en tu camino. ¿Por qué hay gente permanentemente atravesada y estorbando? Abran paso.

LNE de Las Cuencas 10/7/2014


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