¡Con lo que le hemos oído decir del
PP asturiano y nacional! ¡Pero si en la tertulia de Parpayuela, en la que había
comunistas y socialistas de solera, él era el más cañero contra la formación
conservadora! Y ahora lo vemos firmando su reingreso en el PP cual fichaje
futbolero. Y, encima, Cherines, todo dentadura delante de las cámaras, dice que
las bases están encantadas con el regreso de uno de sus hijos pródigos. Pasmados
es como deben de estar. Como lo estoy yo, y eso que nada tengo que ver con
ningún partido. Pero es que hay cosas que le dejan a uno estupefacto. Y lo de
Juan Morales reafiliándose al PP es algo alucinante, una especie de inocentada.
Dice “el pródigo” que ha advertido cambios de talante y mensaje, lo que le ha
animado a abandonar su destierro tomado por iniciativa propia. Pero lo que la
gente se pregunta es cuándo se han producido esos cambios, si hasta hace media
hora los estaba poniendo a parir. Porque igual ha habido recientemente un giro
en el PP y no nos hemos dado cuenta. Salvo Morales, claro.
Que todos tenemos derecho a cambiar,
por supuesto, a reconsiderar las propias decisiones, que en un momento
determinado parecieron ser correctas pero que el paso del tiempo puede
desmontar; que ahí fuera, solo, hace mucho frío y llueve demasiado fuerte para
quien siempre tuvo legítimas aspiraciones políticas; que el experimento de
Ideas no llegó a tomar forma; y que uno tiene derecho a hacer lo que le salga
de las narices, a ser contradictorio y a quitarse y ponerse cuantas chaquetas
pasen por delante. Pero justificar el retorno en el supuesto cambio de mensaje
y de talante del PP es de nota. Me parece que queda más digno, a la pregunta de
por qué vuelve al PP, responder “porque me da la gana”. Como que se vería más
sinceridad.
Aún es hoy que recuerdo la perreta
que pilló Gallardón cuando Aznar lo descartó en su ridículo proceso sucesorio.
Lloraba y gimoteaba. Un espectáculo bochornoso. Pero, al contrario de Morales,
no rompió el carné del partido. Y mírenlo ahora, haciéndonos la puñeta día sí,
día también, desde su sillón del ministerio. A ver cómo se lo monta “el
pródigo” para expiar sus pecados.
LNE de Las Cuencas 29/7/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario