martes, 20 de mayo de 2014

REFERENDUM

El próximo 25 de mayo, además de las elecciones europeas, se celebrará un referéndum en la localidad vallisoletana de Castrillo de Matajudíos para decidir el cambio de nombre de la población, acontecimiento mucho más interesante que el resultado del duelo Cañete – Valenciano. Por cierto, que Cañete ya pisó la primera caca, abriendo las puertas a la progresía para que lo califiquen de machista. Bien hecho, Cañete, a ver cuánto tardas en que te llamen fascista.
Porque sí, será muy tradicional y lo que se quiera, pero el nombrecito del pueblo se las trae. Y no creo que en estas condiciones pudieran promocionarse como destino turístico en Israel, por ejemplo. Como lo de Matamoros. Y Despeñaperros, que vaya nombre requetefeo para la puerta norte de Andalucía y no pasaría nada si lo cambiaran. Porque a nosotros nos suena familiar y no nos detenemos a pensar en su significado, pero imaginen las caras de espanto de los extranjeros que solicitan la traducción. Y si además viajan con sus mascotas, ni les cuento. Asturias tiene el alto del Pozo de las Mujeres Muertas, nombre siniestro donde los haya, lugar en el que se le tiene que poner a uno un cuerpo al pasar por ahí, sobre todo si es fémina, que no veas.
Todo ello responde a hechos históricos, tradiciones e incluso inexactas traducciones que en su momento tuvieron sentido y justificación. Así, en España, escabechar moros y judíos era una actividad muy bien vista en el siglo XV. De ahí la existencia de unos topónimos que hoy, por su actual carga negativa, es posible que lastren más que ayudar. Y así deben de percibirlo en Castrillo de Matajudíos, donde supongo que por ahora no se habrán planteado invitar a Woody Allen a que les visite ni un hermanamiento con alguna población israelí.
Los tiempos cambian y, si bien nos incumbe a todos preservar la historia y la tradición en su conjunto, hay detalles que conviene actualizar para evitar que queden como un horror. Si se dan cuenta, lo moderno es seguir matando judíos. Y moros. Y negros, blancos, amarillos y del color que sean. Asimismo, martirizar a los animales, abandonarlos y matarlos de modo cruel continúa siendo algo tristemente habitual. Es algo plenamente de moda. Pero ponerlo por escrito está completamente desfasado.



 Publicado en LNE de Las Cuencas el 20/5/2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario