miércoles, 21 de mayo de 2014

ANIVERSARIO



Voy a felicitarme, porque estoy de aniversario. Hace nada menos que quince años que La Nueva España me regaló un hueco entre sus páginas en el que poder explayarme en libertad. Aquello que comenzó como algo circunstancial me ha llevado hasta aquí. Según el contador del ordenador, son 1850 columnas en estos tres lustros. Ni en sueños imaginé que pudiera tener tanta cuerda. Ni por lo más remoto. Es el día de hoy que continúo sorprendiéndome de encontrar motivación y ganas de sentarme a escribir y de seguir experimentando el placer de hacerlo.
Quince años vienen a suponer el 30% de mi vida, un periodo considerable, sin duda. Y si bien sobrevienen épocas de sequía – algo que, al parecer, sucede con relativa frecuencia a los que se dedican a esto de escribir -, y de cierto hastío, ignoro por qué pero siempre son episodios pasajeros y repentinamente la cabeza vuelve a llenarse de ideas e historias que esperan ser mecanografiadas. Bien puede ser que escribir estas trescientas y pico palabras se haya convertido en una necesidad, la terapia que requiere el que se siente más cómodo y libre plasmando sus pensares sobre un papel que soltándolos al aire. Yo hablo porque tengo que hacerlo, pero lo mío es escribir, sin que se acelere el pulso ni la respiración se agite. Y con la plena conciencia de la responsabilidad que acepta quien decide publicar, con su nombre y su imagen, para que lo lean cientos de personas desconocidas. Curioso contraste con el actual anonimato de las redes sociales de internet. Cuando junto a las palabras está la identificación del autor, se aprende a pensar y repensar antes de pulsar “enviar”.
Quince años enseñan mucho, desde la importancia de fijarse, prestar atención a lo que te rodea, porque de ahí, incluso de lo más insustancial sale una historia, hasta el incalculable valor de la libertad de pensamiento y opinión. El inicial empeño por hacer valer mi independencia ideológica resultó tan baldío que hace muchos años ya que dejé de preocuparme de ello. Para unos soy así, para otros, asá y a la mayoría le importa un bledo. Pero, vamos, tanto tiempo después y miren dónde estoy: donde estaba. Ni más ni menos. 
En fin, que espero no resultar molesto, pero hoy me apetecía soplar esta vela. Gracias.

Publicado en LNE de Las Cuencas el 21/5/2014



No hay comentarios:

Publicar un comentario