martes, 28 de febrero de 2012

¿QUÉ HACER?

Comenzaré afirmando que no tengo la menor idea sobre cómo solucionar el problema del paro. Eso sí, es evidente que la cosa no funciona, que el coche intenta avanzar con las ruedas pinchadas y que, en consecuencia, algo hay que hacer.    
¿Es la reforma laboral aprobada por el Gobierno el remedio? Pues no lo sé. La verdad, no tiene pinta pero, puesto que no soy adivino, difícilmente puedo anticipar el escenario de dentro de un par de años y afirmar categóricamente si los cambios serán para bien o para mal. El sentido común me lleva a pensar en la conveniencia de imitar la regulación de países que no padecen la lacra del desempleo. Holanda o Noruega protegen a sus trabajadores y mantienen engrasada la relación empleador – empleado, de modo que lo que le va bien a uno repercute positivamente en el otro, y viceversa. Porque la relación laboral es, por bemoles, una vía de doble dirección, una recíproca combinación de derechos y obligaciones, algo no siempre entendido en España. Y puesto que ambas partes están condenadas a entenderse, por su propio interés, en vez de jugar a estrechar la vía por un sentido o por el otro, ésta debería conservar siempre una anchura que facilite la fluidez y la seguridad para todos.
¿Qué hacen en otros países para no sufrir nuestros problemas? Por ahí deberíamos comenzar. Y dejarnos de pamplinas, de medidas pasajeras y cambios de los cambios. Necesitamos un sistema integral, un régimen laboral nuevo de principio a fin, algo que se parezca lo más posible a lo que se tienen en marcha los que saben de esto.
Y, entre tanto, me gustaría que nuestros sindicatos elaboraran su propio régimen laboral. Además de llevar años intentando, o eso dicen, alcanzar acuerdos con la patronal y de oponerse a las medidas de los diversos gobiernos, bien podrían mostrarnos su propuesta, el articulado normativo que la representación de los trabajadores españoles entiende más adecuado para combatir el paro, garantizar los derechos de los empleados y favorecer a prosperidad de nuestro sistema económico. Disponen de medios, personal especializado y experiencia –trabajando y viendo trabajar- para hacerlo. Porque, para estar o no de acuerdo con ellos, necesitaría conocer sus soluciones.


Publicado LNE 25/02/2012

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