viernes, 16 de diciembre de 2011

REPRESENTACIÓN

Crece la sensación de que en el Parlamento español no estamos correctamente representados, que los votos de unos no valen lo mismo que los de otros, que el sistema hace prácticamente imposible que los dos grandes partidos de implantación nacional tengan otros rivales. La ley D’Hont establece tales mecanismos de compensación que acaba desvirtuando el resultado electoral. Trescientos mil votos otorgan a unos una fuerza notable y un millón, a otros, los dejan a dos velas.
Yo no me siento bien representado, la verdad. El reparto de escaños me parece injusto. Y creo que no me equivoco al manifestar que los que tenemos este sentimiento somos cada vez más. De ahí el aumento del voto nulo y en blanco.
Mal síntoma es que una sociedad no se vea representada en su parlamento. Eso es señal inequívoca de agotamiento democrático. Y si la democracia se aleja del ciudadano, termina por perder su razón de ser. A continuación, comienzan a triunfar las posturas que consideran innecesaria la participación popular. Total, si la democracia es eso, podemos pasar sin ella. Y de ahí, al infierno.
De todos modos, podríamos estar peor. Las elecciones del 20-N fueron, en sí mismas, un fenomenal noticia. Miren si no a Italia y Grecia, con primeros ministros impuestos desde el exterior y no elegidos por el pueblo. Terribles precedentes a los que se pretende blanquear bajo la excusa de la estabilidad y el rigor económico. ¡Y una mierda! “Por nuestro bien” ya hemos tenido demasiados tiranos. Para sustituir a Berlusconi, un cantamañanas votado mayoritariamente por los italianos, “los mercados” han colocado a Monti, un fiel peón del sistema financiero, que no ha necesitado pasar por las urnas. Señores, aquí algo falla. ¿Cómo se puede celebrar en las calles semejante cambiazo? ¿No se dan cuenta de que el sufragio del pueblo ha sido obviado?
En España, al menos, hemos podido votar, limitados por un sistema tramposo que modifica el resultado, pero nuestra voz ahí está. Y que dure.   
Hablando de representación, a la diputada regional por FAC Carmen Fernández se le ha escapado un glorioso comentario en Twitter: “En Asturias no solo tenemos la tasa de natalidad más baja de España, sino también la de inteligencia”. Lo que les decía.

Publicado LNE 23/11/2011

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