viernes, 16 de diciembre de 2011

CONSTITUCIÓN

¿Qué tal si, además de celebrar el día de la Constitución, vamos cumpliendo sus preceptos? Porque ahí se dicen muchas cosas que no se ven por ningún lado.  Y ya va teniendo unos añinos. Los de Jesucristo, para ser exactos. Y, sí, cada 6 de diciembre, los depositarios de la soberanía popular y los representantes de los poderes públicos se felicitan efusivamente, pero procuran apartar de sus mentes que hay mucho de lo escrito en la Constitución que, o no se cumple o se vulnera. La igualdad de los españoles ante la ley, sin importar el lugar en el que residan (¡ja, ja, ja!), la protección de la juventud y la infancia en los medios de comunicación, la eficiencia y la economía como criterios del gasto público, el derecho al trabajo - ¡como para celebrarlo! – y a una remuneración justa, la protección del patrimonio histórico, el derecho a una vivienda digna y la acción contra la especulación, la independencia del poder judicial, la justa distribución de la riqueza, la estabilidad presupuestaria y el control del déficit, la suficiencia de medios de las haciendas locales … Todo esto, y más, aún no se ha resuelto. Luego, ¿qué celebramos si no lo estamos cumpliendo?
Por ejemplo, el Presidente del Senado acaba de presentar una colección de retratos de políticos españoles que ha costado casi medio millón de euros. Con lo que queda por hacer, con las inobservancias constitucionales que se producen todos los días, con la cantidad de compatriotas que no tienen nada de nada, con las estrecheces que estamos pasando, hala, medio milloncito en retratos.
La mejor celebración de la Constitución, la única diría yo, sería la posterior al anuncio del cumplimiento de todos sus preceptos. Entonces sí que procedería brindar. Pero, mientras eso no ocurra, menos festejo y más acción. Porque tenemos la mala tendencia de ocultar nuestras miserias con boato. Ya está bien de buenas palabras y palmaditas en la espalda. Después de 33 años, es hora de hacer algo más, hay que pasar del dicho al hecho, de aspirar a ser una gran nación a serlo. Y, para ello, comencemos por lo básico: cumplamos la Constitución.


Publicado LNE 08/12/2011

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