miércoles, 28 de septiembre de 2011

TACONES

Vista desde atrás, la escena no tiene desperdicio. Una parejita muy joven, como de unos quince años. A él se le ve comodísimo. Amplia camiseta, pantalones enormes medio colgando y playeros. Ella, por el contrario, camina fatal sobre unos tacones altísimos. Y es que lleva los pies casi en perpendicular con el suelo. Duele sólo de verlo. Además, la falda es tan corta, pero tanto tanto, que la pobre no puede dejar de sujetarla con las manos pues, de no hacerlo, acabaría enseñando hasta la trompa de Falopio. Desde mi posición, no le veo la cara, pero apuesto lo que sea a que va maquillada, pintada como la puerta del salón. Ya me contarán qué sentido tiene que una niña se destroce los pies y la cara a edad tan temprana.
El extraño camino hacia la igualdad de sexos nos deja postales sorprendentes y contradictorias. En mi juventud también nos complicábamos la existencia con las tonterías de las modas, pero las chicas no necesitaban recurrir a estos suplicios para estar guapas. Tacones siempre los hubo. Y maquillaje. Pero esto, lo que estoy viendo, es una pasada. Y para mí que marca la dirección contraria de la igualdad.
Cómo es posible que se estén generalizando las operaciones de implante de pecho en poco más que quinceañeras. Qué demonios les estamos enseñando. Para qué sirve tanta campaña. Para que con treinta y tantos tengan unos juanetes como el espigón del Musel y la piel de la cara como una lija para madera. Y mientras, los chicos cada vez más a sus anchas. Ni calzado incómodo, ni pinturas en la cara, ni complicaciones por el estilo.
El valor de una mujer no se debe medir por la sombra de ojos o los centímetros de tacón. Pero se está haciendo. Y por las propias mujeres, que es lo más triste, que por una parte luchan para que la sociedad deje de juzgarlas por su aspecto externo mientras que, por otra, cada vez lo potencian más.
Los pies de una niña de quince años no deberían estar sometidos al tormento de unos zapatos de tacón. Y ese tormento no es ocurrencia del hombre.


Publicada LNE 06/08/2011

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