lunes, 3 de diciembre de 2018

DESORDEN




Jean Paul Sartre dijo que “el desorden es el mejor servidor del orden establecido porque toda destrucción confusa debilita a los débiles, enriquece a los ricos y aumenta el poder de los poderosos”. Ahora, si me hacen el favor, echen un vistazo al panorama general. ¿A quién favorece este descontrol? ¿Quiénes sacan tajada? ¿Recuerdan lo del río revuelto? Si tenemos una clase política que defiende lo que defiende, que no son precisamente nuestros intereses, siguiendo las palabras de Sartre, el actual barullo adquiere pleno sentido. Claro, y en este revoltijo, la reacción del común de los mortales es “Virgencita, que me quede como estoy”, con lo que el trabajador se conforma con que no lo echen a la calle, el jubilado respira aliviado al cobrar su miserable paga, no vaya a ser que se la quiten, y todos nos amarramos a lo que nos queda renunciando a la exigencia de lo que nos pertenece y no recibimos. Porque el mundo y la España que se muestran están patas arriba y vivimos bajo múltiples amenazas llegadas por tierra, mar y aire. Pero, curiosamente, los estudios revelan que en medio de este “fregao”, los ricos son cada vez más ricos. ¿Cómo es posible? Pues porque una masa acojonada deja el campo libre a los depredadores. De ahí la estrategia global y, por ende, también española, de mantener las aguas en constante agitación. Pero la parte tragicómica de la historia viene al comprobar con qué facilidad picamos el anzuelo, qué poco necesitan los de arriba para que contribuyamos a un desorden teledirigido que va directamente en nuestro perjuicio. Fíjense: cuestionamos lo que nos inducen a cuestionar, salimos cuando nos lo dicen, lucimos los símbolos que nos imponen, protestamos cuando nos convocan, reivindicamos lo que nos marcan y nos vamos para casa cuando nos lo ordenan. Y ondeamos banderas, sostenemos pancartas y gritamos soflamas gracias a las que algunos engordan aún más sus caudales. Porque este desorden programado parece ser un negocio suculento. A nuestra costa.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 29/11/2018

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