lunes, 19 de septiembre de 2016

VIUDAS Y VIUDOS



Para animar el retorno a la rutina laboral me puse a leer detenidamente las esquelas del periódico. Optimismo a raudales para arrancar septiembre. Bueno, pues lo que yo les diga: 26 fallecidos consignados en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA y en sólo un par de casos se marcha ella y se queda él. 2 de 26. Las excepciones a “viuda de…” y “su apenada esposa”, expresiones que prueban que los que palmamos primero somos nosotros. De hecho, es el fundamento de la sostenibilidad de la Seguridad Social: se muere antes el de la pensión más gorda.
Y es que ser viudo es una rareza. Le sucedió a mi abuelo Eduardo, lo que se explica porque su pensión era una mierda. De haber cobrado algo más decente habría cascado muchísimo antes. Y la abuela María, con el 52% una pila de años.
Entonces, ¿qué pone en riesgo la viabilidad del sistema? Pues está clarísimo: que la mujer, incorporada al mercado laboral, ahora también se jubila y cobra íntegro el producto de su cotización. Y, además, con el espíritu práctico que la caracteriza, se resiste a trascender, a viajar al más allá, algo que el varón asume con naturalidad y prontitud. Así las cosas, no hay forma humana de cuadrar cuentas y evitar que la hucha se vacíe. Con una esperanza de vida que se aproxima peligrosamente a los noventa años -por culpa de ellas, no de nosotros, que tenemos la deferencia de morirnos más tempranito para no sangrar al sistema-, más que buenos gestores hacen falta magos. Los hombres tendremos nuestros defectos, no lo vamos a negar, pero hay que reconocer que en esto somos dignos de admiración y reconocimiento. Vosotras, por el contrario, aquí amarradas y, encima, todos los santos días de visita a la farmacia. Como si no costara. ¿Entienden ahora por qué nadie pone remedio al escandaloso paro femenino? Es una manera de proteger el sistema. Pues anda que no va nada de cobrar el 100% o el 52%. Y, así, más animado por la conclusiones de mi reflexión, me encaminé al despacho. No en vano, ya me queda menos.          

LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas 3/9/2016

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