Oigan, esto es muy serio. Encabezamos la estadística de suicidios a escala nacional. No es algo de debamos ignorar, como hacemos con otros problemas, mirando hacia otro lado. Que el “paraíso natural” sea líder de suicidios es preocupante. Qué pasa para que la infelicidad atormente a tantos asturianos. Algo está fallando, algo que no podemos obviar. Una población en decrecimiento e infeliz no puede ser sino la resultante de una evolución social errónea. Resulta paradójico que pueblos que viven en penosas condiciones disfruten de una salud mental mucho mejor que la nuestra. Quizá sea que han comprendido qué es y qué no es importante, que saben valorar lo que tienen, que exprimen lo bueno de la vida. El último teléfono móvil y las vacaciones en la playa no pueden convertirse en ejes de la existencia. Una vida sin dolor, sin problemas, sin preocupaciones, es imposible. Pero se supone que estamos preparados para sobrellevar y afrontar lo malo sin que por ello olvidemos lo bueno, que ahí está. La vida consiste en caminar a pesar de esa lluvia fastidiosa, de una rodilla que duele, de un cretino por marido, de un empleo mal remunerado, de un escalofriante recibo de la luz, de un hijo que no quiere estudiar, de un desengaño amoroso, de una tensión arterial descompensada, de un jefe prepotente. Siempre hay algo más. Algo bueno. Por cierto, que ese camino hemos de despejarlo nosotros mismos sin esperar a que vengan a ahorrarnos el esfuerzo. Piensen en la injusticia de que unos luchen por vivir y otros prefieran matarse. Los datos son una llamada de atención. Necesitamos someternos a terapia. A pesar de los problemas, continuamos en la parte privilegiada del mundo, en unas condiciones que ya quisieran miles de millones de humanos que despiertan cada día con la constante amenaza de la muerte. Que tantos asturianos pongan fin a su existencia es indicativo de que estamos fracasando como sociedad. El bienestar al que aspiramos como conjunto ha de comenzar por la paz en el interior de cada uno de nosotros.
Publicado en LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 28/1/2019
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