viernes, 31 de marzo de 2017

NO DIGAS QUE NO



Por favor, no digas que no de entrada. Compruébalo, no lo dejes pasar. Asegúrate de que tu hijo no es un acosador. Porque se están dando tantos casos y estamos viviendo tal fenómeno de imitación que, antes de que vaya a más, el mal ha de ser cortado de raíz. Y la raíz está en casa. No en el colegio ni por ahí fuera. En casa, que es el lugar en el que se soluciona y corrige la mayor parte de los problemas.
Sí, seguramente ves a tu hija incapaz de hacer algo así, y es posible que así sea, pero, ¿y si no lo no es y hoy le está amargando la vida a una compañera? ¿y si es cómplice y no dice nada? ¿y si, deseosa de una supuesta popularidad, se ha aproximado en exceso a uno de esos seres tóxicos a los que tanto les gusta acosar, perseguir, insultar, amenazar, agredir y difamar? Te lo ruego, no mires hacia otro lado. Como padre o madre tienes una responsabilidad que no debes eludir. No recurras a lo fácil, a “eso son chiquillerías”, a “que lo solucionen en el colegio”, a negar la mayor sin haber puesto de tu parte. Las vidas, la salud, la integridad psicológica de muchos niños están en juego. Es demasiado serio como para que te pongas de perfil pretendiendo que el asunto pase de largo. Haz algo, por lo que más quieras. Fuiste niño, como todos, y sabes que no eras ese ser puro y limpio que veían los que te querían. Pues tu hijo tampoco lo es. Y, en consecuencia, no te quedes con la duda, no des por hecho que no es un acosador o uno de esos cobardes palmeros de los acosadores.  Y, por el otro extremo, comprueba también que tu hijo no esté sufriendo acoso. Sondéalo, habla con él, vigila sus comunicaciones y, si sospechas algo, si percibes comportamientos extraños, no te quedes quieto. Actúa. Protégele con inteligencia. Y cae sobre el acosador y su entorno como una maza. Que se sepa. Que se haga justicia. Que lo paguen. Que los padres del acosador comprueben que causar dolor y angustia a tu hijo no sale gratis.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 28/3/2017  

lunes, 27 de marzo de 2017

EL BERNALDO



El otro día visité con mi madre el museo del Instituto Bernaldo de Quirós. Y, lo reconozco, sentí vergüenza de desconocer la maravilla que tenemos aquí, al lado de casa. Y no sólo por la colección de arte, algo insólito para cualquier centro educativo, sino por el Instituto en sí, por los cuatro siglos de distancia conectados por un pasillo cubierto. A la derecha, el precioso palacio del siglo XVII, sede de una familia que no se caracterizaba por la modestia – la leyenda “Después de Dios la Casa de Quirós” preside la entrada principal; a la izquierda unas instalaciones modernas, funcionales y racionales, pensadas para que el estudiante pueda aprender y el profesor, enseñar. No creo haber visto jamás un centro público de enseñanza mejor que el Bernaldo de Quirós. Y siendo de Mieres, viviendo en Mieres, no me imaginaba algo así. Había oído, sí, me contaron, sí, pero hay que verlo, pasearlo y disfrutarlo para tomar conciencia del privilegio que para una población como Mieres, menguante en tantos sentidos, supone tener en su seno un instituto de semejante categoría. Sencillamente impresionante y, sobre todo, es un lujo que nuestros jóvenes se formen en un entorno así, accediendo cada día por el cuidado jardín, bajo la atenta mirada del castillete y la chimenea de Barredo, nuestra memoria histórica, reposando en el patio del Palacio, pensando en un salón de actos que huele a madera, buscando la inspiración entre obras de arte, descubriendo en modernas aulas. Qué suerte poder estudiar en estas condiciones. Quejarse es gratis, pero injusto cuando se pasa por delante del centro de salud sur, llegas al Bernaldo, dejando a la derecha el Campus, hasta alcanzar el hospital y la feria. No cabe duda de que las bases están. Ya quisieran poblaciones similares a la nuestra, e incluso mayores, disponer de esos equipamientos. Y tenemos médicos en disposición de curar y profesores deseosos de enseñar. Sólo hace falta que el resto se ponga, nos pongamos, a tono para dar sentido y razón de ser a este despliegue de medios. “En Mieres no hay nada, se lo han llevado todo” escucho con demasiada frecuencia. ¿Perdón? ¿Os habéis molestado en conocer lo que hay aquí? Luego, si eso, os seguís quejando.        

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 27/03/2017

TODO ES MENTIRA



Ahora un historiador –que, obviamente, no es asturiano- dice que la batalla de Covadonga es una invención, una leyenda. No hubo tal batalla. Ni Pelayo se encomendó a ninguna Virgen. Ni los moros salieron por patas. Según este individuo, nada de nada. Y me temo que, como esté en lo cierto, va a acabar resultando que todo lo de esta tierra es mentira. Y el héroe de Covadonga quedará irremisiblemente unido al Petromocho, al Legendarium, al “para cerrar un solo pozo tendrán que pasar por encima de mi cadáver”, a Air Asturias - ¿se acuerdan de aquella gloriosa y efímera aventura aeronáutica pagada con nuestro dinero?-, al fin del peaje de la autopista del Huerna, al museo de los quesos de Morcín, al centro Stephen Hawking de Langreo, al metrotrén de Gijón y la optimista expansión de El Musel y a tantas cosas que un día parecieron ciertas cuando, en realidad, no eran más que ensoñaciones y cuentos chinos, a los que, a este paso, habremos de añadir el AVE. 
Con lo a gusto que estábamos con la hazaña de Pelayo corriendo a mandobles a los moros monte abajo y vienen ahora a tocarnos los innombrables. ¿Qué ye, que el moro cansó de tanta nube, tanta humedad y tanto camino cuesto y lleno de curvas? Porque si hemos de reconsiderar que “Asturias es España y el resto tierra conquistada” lo tenemos chungo. Acaban con nuestro “grandonismo”. ¿Qué será lo siguiente? ¿Será falso que gracias al carbón y el metal asturianos sobrevivieron los muertos de hambre, que eran todos los del puerto de Pajares para allá? ¿O acaso, en estos tiempos dominados por la idiotez de lo políticamente correcto, la chispa de lo que acabaría siendo la Reconquista no está bien vista, por aquello de la victoria cristiana sobre los musulmanes? Porque, si resulta que hay que devolver al Islam la Mezquita Catedral de Córdoba y evitar cualquier celebración relacionada con el fin de la invasión árabe, igual es que, para adaptarnos convenientemente a los tiempos que corren, deberíamos facilitar la desaparición de un episodio histórico que para algunos podría ser considerado un motivo de vergüenza. Pues yo me niego. Tras lo de Villa, no podría soportar la caída de otro puntal.   

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 26/03/2017

jueves, 23 de marzo de 2017

FORMAS



Abro el portal y cuando me dispongo a entrar se anticipa un chico de unos 18 años. No saluda. No dice nada. Mantiene los ojos clavados en el móvil. Esperamos el ascensor en completo silencio. Él entra primero, sin preguntar, sin ceder el paso, creo que sin reparar en que no está solo. Y pulsa el botón de su piso. A mí, que me den. Pulso el mío. La mirada fija en la pantalla. Abre, sale, se cierra la puerta, continúo subiendo. Ni un hola. Ni un gracias. Ni un a qué piso. Ni un adiós. Entré en casa con la sensación de haberme encontrado con un mutante. Un mutante maleducado. No sé a ustedes, pero desde muy pequeñito me inculcaron las normas básicas de cortesía y urbanidad. Había que ceder el paso a los que esperaban contigo. Había que dar las gracias. Había que saludar con corrección. Había que mantener la cabeza erguida y mirar a los ojos. Había que ponerse en pie y permitir que la gente mayor pudiera sentarse. Había que mantener las formas en la mesa en vez de comer como un jabalí. Y todo esto era normal, algo conocido y aceptado. Los groseros eran minoría. Y la conducta en casa y fuera se caracterizaba por la utilización natural de unos patrones de educación y respeto que casi todos seguíamos. Y fuimos gamberros, macarrillas, mejores y peores estudiantes, malhablados, más y menos espabilados, juerguistas, alborotadores, rebeldes, protestones, zánganos y atolondrados. Pero sabíamos mantener la compostura y las normas elementales de educación. Porque si no, tu madre te echaba una mirada que lo decía todo. Y te avergonzabas. ¿Qué es eso de que en el coche el niñito se repantingue en el asiento delantero y que la mamá y los yayos viajen amontonados atrás? Los mayores iban delante. Los mayores pasaban primero. Los mayores se sentaban. ¿Qué es esto de que un berzas quinceañero no le ceda el asiento a una anciana? ¿Qué es esto de que este bicho raro no levante la cabeza de la pantalla del móvil y sea incapaz de decir ni un simple hola? De verdad, generación del 65, ¿fuimos nosotros tan bobalicones? En caso de que la respuesta sea negativa, ¿qué hemos criado?

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 21/3/2017

lunes, 20 de marzo de 2017

VERDURAS FRESCAS



Operación bikini en la tertulia del contenedor. Que nos vuelve a pillar el toro como el año pasado, que salimos en las fotos de la playa de Luanco como morsas albinas. Hay que mantener la dignidad. Todos al paseo del colesterol y, a partir de ya, dieta rigurosa. Y como últimamente me toca asistir a todo tipo de charlas, tomé nota de lo que dijo uno que sabe de esto y que afirma que, del plato, la mitad verduras frescas. Y así lo propuse. No puede ser tan malo. Fuera salsas. Fuera el kilo de pan. Fuera los filetes empanados sumergidos en aceite. Fuera las pancetadas, chorizadas, morcilladas, corderadas  y todo lo que termine en ada hasta la conclusión de la temporada de baños. Y adiós a la repostería, por más que sea el mejor medicamento contra la depresión. Y, por supuesto, por mucho que nos duela, fuera vinos, cañas, vermutes, solisombras, cacharros, pingaratas, gotes, güisquises y similares. Jamás vi una reunión de la tertulia más triste. Hubo hasta quien lloró. Porque octubre queda muy lejos, un enorme desierto para cruzar a palo seco.
Una semana después hemos tenido que replantearnos lo de la verdura fresca a diario. No hay economía que lo resista. De nuestro grupo sólo hemos podido cumplir dos: Un prejubilado sin problemas de solvencia y yo, que tengo un suegro con huerta. Los demás tuvieron que desistir al segundo viaje al supermercado. Es inasequible. Un kilo de comida basura cuesta menos de la mitad que un kilo de verduras o frutas frescas. Y lo sano es lo segundo. Ya me contaba el otro día un nutricionista lo complicado que resulta decirle a una familia que sobrevive con una paga modesta que coman verdura. ¿Y cómo la pagamos? Por eso, si se fijan, actualmente la obesidad es cosa de las clases bajas. Y, sin embargo, los pudientes se mantienen flacos como palillos. Porque alimentarse correctamente es demasiado caro y solo al alcance de los privilegiados. Sin embargo, una grasienta pieza de bollería industrial tiene un precio de ganga comparado con el de una manzana. Así, la mayoría engorda antes, enferma más, envejece peor y se muere prontito. Está todo pensado.  

LA UEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 15/3/2017

ASTURIAS SALVAJE



Viento sur. Mal asunto. Es oír el pronóstico del tiempo y anticipar que habrá incendios. Porque el viento sur echa al bosque a un montón de tarados armados con mecheros y latas de gasolina. Y como tenemos el patrimonio forestal medio abandonado y poco vigilado, vía libre al fuego. Y a los tramperos. Y a los furtivos. Y a los matarifes de lobos. El paraíso natural a merced de los criminales, de los que consideran que cualquier espacio abierto ha de ser reconvertido en pasto para su ganado, de los obtusos para los que un oso no es más que un bicho al que pegar un tiro, de los convencidos de que el lobo no tiene cabida en este mundo. ¿Cómo es posible que un día de viento sur se desencadene semejante cadena de incendios provocados? ¿Qué clase de perturbados andan por ahí dejando cadáveres de lobos en los aparcamientos o ahorcados de las señales de tráfico? ¿Quién está detrás de las trampas para osos? Me parece que ya va siendo hora de ponerse serios en este tema. Menos mal que el domingo cambió radicalmente el tiempo y se puso a nevar y llover con furia porque el fuego estaba ganando la batalla.
Cuando se habla de la belleza de la Asturias salvaje no creo que nadie se refiera a los salvajes que viven en Asturias y que hacen todo lo posible para destrozarla. Ya está bien de tener que convivir con una recua de destructores que no ven más allá de la mirilla de su rifle o de la llama de su cerilla. Hay que tomar cartas en el asunto y cercar hasta asfixiar a los que quieren –y están logrando- cargarse nuestro tesoro más preciado: la naturaleza asturiana. Me da la impresión de que necesitamos menos gente con el culo sentado en una silla y más a pie de obra, vigilando los montes, cuidándolos, protegiéndolos. Hay que conseguir que el pirómano y el exterminador se sientan en peligro, cada vez más acorralados. E igualmente se ha de lograr romper el silencio de una sociedad rural que agoniza porque aún nadie le enseñó que la protección de la naturaleza puede ser un excelente negocio. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 14/3/2017

¿QUÉ ESTÁ FALLANDO?


Es aterrador. Y va a más. Mujeres inocentes asesinadas o malheridas por sus parejas presentes y pasadas. Y las continuas campañas de información y concienciación no parecen servir de nada. Y a veces me pregunto si toda esta ola de indignación y rechazo no estará estimulando a esos tarados cobardes a los que la sed de dominio y venganza recorre los cables de sus putrefactos cerebros. 
Yo no sé cómo acabar con esta lacra, pero lo que sí tengo claro es que las medidas actuales no dan resultado. Y, por lo que conozco de leyes, tengo presente que he de evitar exponer públicamente lo que yo haría. Porque es ilegal de cabo a rabo, tanto hacerlo como decirlo. Incluso, posiblemente, hasta pensarlo. Y me sacudirían desde todos los lados. De ahí que, por prudencia, me lo reserve, mientras veo morir a una mujer tras otra en una macabra sucesión que no tiene fin. 
Pero me desespero al escuchar que los patrones machistas están triunfando entre los menores de edad. Y lo constatan los profesores, psicólogos, policías… Y que niñas en plena pubertad se someten a la voluntad de unos chavaletes que las controlan, vigilan y coartan. E, incluso agreden. Comportamientos para nada clandestinos sino a la vista del que quiera verlos cualquier tarde de sábado en las inmediaciones de los garitos de moda. Y nadie los ataja.
Si los jóvenes no lo están entendiendo, si los asesinos potenciales no son disuadidos, si la protección no es efectiva, si la intervención llega tarde, si todo el aparato del Estado, con sus policías, fiscales, jueces no los frena, si la infinidad de asociaciones de lucha contra la violencia machista no convence a quien tiene que convencer, es evidente que algo está fallando. ¿Será que la racionalidad no es efectiva a la hora de luchar contra la irracionalidad? ¿Será que los estímulos primitivos que impulsan a un hombre a amenazar, pegar y matar a una mujer son impermeables a la ley, al estado de derecho, al clamor popular, al razonamiento, a las plegarias? ¿Será que no hay solución? ¿Será que para hallarla habría que poner en suspenso buena parte de la legalidad? ¿Será que no estamos dispuestos a involucrarnos de lleno y con contudencia? 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 11/3/2017
   

martes, 7 de marzo de 2017

ESPEJISMOS



¿Que ya superamos la crisis? Ya, ya. Eso, que se lo cuenten a otros. La tertulia del contenedor no traga. Dicen que El Corte Inglés tiene planes de bajar la persiana a algunas de sus marcas, como Hipercor. Loli Olavarrieta lamenta que las rebajas del comercio mierense no logran enganchar al cliente. Y el secretario de la tertulia asegura haber visto un chino con el cartel de cierre. ¡Un chino que cierra! Tan mal síntoma como la desaparición de las abejas. Así que difícilmente podemos afirmar que la crisis está quedando atrás. Porque si ya no compramos ni en los chinos es que la cosa sigue estando muy delicada. Y, claro, caemos en el desánimo y la desesperación. De ahí que el comité de empresa del Ayuntamiento, acreditado referente del sentido común y la responsabilidad, ahora nos sorprenda con la exigencia de trabajar menos. “¿Menos aún?” es la pregunta más repetida estos días en las calles de Mieres, hasta que se explica que, en realidad, se trata de compensar, siquiera mínimamente, el brutal recorte de derechos sufrido por la plantilla municipal, que la ha conducido al actual estado de semiesclavitud. Exigen las 35 horas laborales a la semana, lo que no significa trabajar menos. Porque ir a trabajar y hacerlo no es lo mismo. Y lo segundo siempre se ha dejado al criterio de cada uno. “Ah, ya me extrañaba a mí” es la respuesta más escuchada estos días, y la de nuestro tesorero, retirado del Pozu Moqueta, que confiesa ser ahora cuando ha conocido el auténtico significado de la palabra trabajar, encargado a jornada completa de un par de nietos. Vuelve a casa por las noches, se derrumba sobre la cama y un madrugón tras otro todos los días del año. “Estoy intentando reengancharme, como si me destinan de guaje a achicar agua a mano de un pozo inundado, pero no hay manera” sollozaba el hombre el día que solicitó la excedencia de la tertulia, porque no puede con las gónadas. Eso sí que estar en crisis.
En fin, que aunque vean cambios de colorines en las sucursales bancarias y oigan las peculiares reclamaciones de los sindicatos municipales, no se dejen engañar. Son espejismos. Aún nos queda un largo trecho por delante.     


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 7/3/2017

lunes, 6 de marzo de 2017

UNA TARJETA POR OTRA



¿Se imaginan que el ridículo error final de la ceremonia de los Oscar se hubiera producido aquí, en España? El acabose. Ya habría peticiones de comisiones de investigación, exigencias de dimisiones a discreción, desde la del Presidente del Gobierno hasta la del Gran Wyoming, convocadas manifestaciones contra la monarquía y registradas solicitudes para la retirada de subvenciones a los “titiriteros”. Ya habrían dicho un montón de idioteces todos los que pintan algo en el arco parlamentario. Los secesionistas catalanes tendrían un nuevo argumento a favor de la independencia. La bolsa habría bajado en picado, al contrario que la prima de riesgo, la gasolina y la electricidad. Y volveríamos, dale que te pego, a revolcarnos en eso que tanto nos gusta, el todo mal, la chapuza nacional, el hazmerreír internacional. España, el gallinero alborotado. Un drama, un escándalo, un bochorno espantoso. De algo que no es más que un simple y lamentable error, una tarjeta mal colocada, que no provoca más que sonrojo y pitorreo, aquí seríamos capaces de generar un lío tremendo durante semanas, con las televisiones echando leña al fuego, señalando culpables a los que ajusticiar públicamente. Porque, ya saben, no gastamos términos medios, o los mejores del mundo o lo peor de lo peor.
Richard Vaughan, que ha alcanzado el éxito en nuestro país intentando enseñarnos a hablar inglés, afirma que España no está a la cola de nada en nada. Y venía a cuento de la cantinela de lo mal que estamos en el asunto de los idiomas. Según nosotros mismos, peor que mal. Según él, y de esto sabe y puede comparar, no es para tanto. Y es la sensación que tienes cuando viajas al extranjero y retornas. Y está bien mantener un espíritu crítico e inconformista, que no ha de confundirse – y se confunde - con el dramatismo derrotista e improductivo que no conduce más que al lamento y la queja. Porque tendemos a regocijarnos en lo malo, que lo hay, sin hacer nada para cambiarlo. Y, sin embargo, lo bueno, que también hay, lo damos por supuesto, como si careciera de valor. Eso sí, seguro que al otro lado del charco ya hay gente trabajando para que el mismo error no vuelva a suceder. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 03/03/2017

NORTE Y SUR



Bueno, del túnel de la variante del Pajares dejó de salir agua a chorro. Ahora sale mierda. Ya tardaba. Lo que en su momento fue la obra civil más grande de Europa no podía librarse. Un negocio tan sustancioso, en un país como el nuestro, no acaba limpio ni en sueños. Total, son tantísimos millones que poco importa la viruta. Que si viajecitos, que si cochecitos, que si casitas, que si… Los asturianos ya tenemos los extremos norte y sur bajo sospecha. Al norte, la ampliación de El Musel tira un tufo que apesta. Y bien que se están poniendo parches políticos para evitar que salte la tapa de la alcantarilla. Y por el sur, se hizo esperar, pero ya baja la niebla con aroma de corrupción. Desde luego, los asturianos podemos estar satisfechos: no hay obra pública importante exenta de tinglados. Y después decimos de los levantinos. Pues anda que estamos como para dar lecciones de honestidad y transparencia. 
Qué pena. Si siendo como somos figuramos en los puestos delanteros del mundo desarrollado, imaginen cómo podría ser España si fuéramos honrados. El paraíso terrenal. Si la clase dirigente española diera el ejemplo que habría que dar, y no el que está dando, si el escaqueo fiscal no fuera la norma de los acaudalados, si de una vez por todas entendiéramos que el bien común redunda directamente en el bien individual, aquí no faltaría de nada. Porque si robando como se roba en este país, a lo grande, aún somos capaces de sostener, si bien a duras penas, el estado del bienestar, con una buena dosis de decencia no tendríamos rival en calidad de vida y desarrollo social. Pero claro, desde el momento en que los “ejemplares” dejan de serlo, se produce un lógico contagio. O sea, que voy a ser yo el pringao que ponga la pasta para que los de arriba se lo lleven crudo. Eso ya lo veremos. España a tope de tramposos, encabezados por los partidos políticos más poderosos, las instituciones públicas carcomidas por las prácticas corruptas, el gran capital con los ahorros a buen recaudo, la banca socializando pérdidas, mordidas, sobornos, amnistías fiscales… Y luego el insolidario es el currito del con factura o sin factura. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 01/03/2017

ELLAS NO SABEN



El sexismo como argumento de defensa que, además, funciona ante un tribunal. La Infante, instruida, leída y “escribida”, con experiencia en banca y finanzas internacionales, se libra de los delitos. Porque ella no sabía, oiga. ¿Cariñín, cómo pagamos en casoplón de Pedralbes? Tú firma y calla, que de esto me encargo yo. Ah, pues vale. No veas el descanso que produce no enterarse de nada. Por cierto, no sé qué quieren los abogados de papá, algo de negocios raros, que si la imagen de la Casa Real, que si mejor poner tierra de por medio. ¿Tú sabes algo? Pues yo tampoco. Ahí tienen a la ex ministra Mato. Otra que nada sabía. Un tiempo al frente de la sanidad pública, leyendo tarjetones desde el escaño, porque ella no es de improvisar, pero de lo del churri no sabía nada. Ana Mato, ¡ex ministra de Igualdad! que, en su condición de “esposa de” no hacía preguntas en casa. Llega un Jaguar, sale un Range Rover. Sólo viajaba, veraneaba y vivía como una reina. Cargo de relumbrón en el partido, pero de los haberes domésticos, ni puñetera idea. Ni falta que hace. Casada con un fulano sí, pero cada uno a su economía. Este año te toca a ti pagar los globos del cumple de la nena. Y si de la cochera sale cada día un modelo distinto, yo, como los monos de Gibraltar. Y si me llaman a declarar, seguro que cuela mi estado de desconocimiento. De hecho, tampoco sería capaz de explicar cómo conseguí llegar a ser ministra de España. ¿Usted puede? Pues eso. La señora Bárcenas, muy de su casa ella, tampoco sabía nada. Tren de vida a todo trapo, el dinero por castigo, una firmita sin mirar de vez en cuando y tan ricamente. Y si te pregunta el fiscal, tú no sabías nada. Porque en las familias tradicionales los roles están perfectamente definidos. Yo, a mío.  Con los balnearios alpinos y los hotelones parisinos ya tiene una bastante. Porque mi Luis es mucho Luis. Como para meter las narices en sus asuntos. Y, en todo caso, él, como es tesorero, pues atesora, ¿no? No hay más preguntas, señoría. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 26/02/2017

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA



Descartando criterios de conciencia, honor y dignidad, que por aquí no suelen ser tenidos en cuenta, ¿dónde plantamos la frontera a partir de la cual el cargo político ha de dimitir? Porque, siendo estrictamente respetuosos con el derecho a la presunción de inocencia, hasta la sentencia condenatoria firme todos somos inocentes, o deberíamos ser así considerados, incluido el político. Y de un plumazo se acaba con las condenas de telediario, las presiones, a veces justas y otras no tanto, para derribar la pieza antes de saber si es culpable, que por lo general no es lo que más importa. Primero, que caiga, y si resulta que no hizo nada malo, que le ondulen. Para cuando lo haga. Hay otra corriente de opinión partidaria de la dimisión a la primera de cambio, esto es, con la citación judicial para declarar en calidad de investigado, que técnicamente no quiere decir más que eso. Bueno, pues como nos tomamos la política igual que el fútbol, y lo que en un área es una caricia en el otro es un intento de asesinato, si el político llamado a declarar es de unos, los otros exigen ceses y dimisiones. Si es de los propios, no; en ese caso, que prevalezca la presunción de inocencia. Incluso se habla de persecuciones y conspiraciones. Es más, hay culpables declarados inocentes por los suyos, digan lo que digan los tribunales, e inocentes a los que el jurado popular del color opuesto condenó por anticipado y sin remisión. Difícil cuestión la de establecer la barrera. Hombre, generalmente todos sabemos más o menos qué está bien y mal, qué es robar, qué es hacer trampas. Y hay lugares en el mundo en los que, dicen, el político que sabe que no actúa correctamente, porque falsificó, cobró lo que no tenía que cobrar, colocó a la cuñada, recibió regalos nada desinteresados y esas cosas que se suelen hacer, presenta la dimisión en el momento en que la mangancia sale a la luz. Es como una regla no escrita: “No seas chorizo, pero si lo eres y te pillan, te vas de inmediato”. La versión española sería: “Ya que vas a chorizar, procura que no te pillen. Y si lo hacen, niégalo y aguanta hasta que escampe”. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 25/02/2017