lunes, 26 de enero de 2015

FALTA PERSONAL





Es lastimoso. Un hotel moderno y bien ubicado, con habitaciones prácticas y confortables, dotado de múltiples servicios, cafetería, comedores, spa, instalaciones deportivas...pero con una clamorosa falta de personal. Así es imposible acabar con el desempleo en España. 30 comensales a la mesa y un solo camarero para atenderlos. Un camarero que, por cierto, debía multiplicarse para servir las mesas del comedor contiguo. Vas a otros países cercanos y ocurre exactamente lo contrario, hasta el punto de que en más de una ocasión uno se pregunta para qué son necesarios seis dependientes en una tienda de tamaño medio, algo que en España no lleva más de dos contratos en el mejor de los casos.
Pero un hotel o un restaurante sin suficiente  personal están condenados al fracaso. Por muy profesional que sea, un camarero no da abasto con tanta clientela. Y, en consecuencia, la calidad del servicio se resiente. Y el cliente lo nota. Y no serán pocos los que se marchen del lugar pensando que qué lástima de negocio, que con una plantilla más amplia solucionaría las importantes lagunas que tiene.
Lo del hotel no es más que un ejemplo de lo que sucede habitualmente en este país, en el que parece que los costes laborales echan para atrás a los potenciales empleadores. Donde en otros lugares trabajarían tres o cuatro personas, en España lo hace una. Y gracias. En verano ves mares de mesas terraceras atendidas por un único y sofocado individuo que, además, sirve en el interior del establecimiento. Consecuentemente, a la que haya medio aforo, la demora resulta inevitable. Y el cliente se harta de esperar y se va.
No puede ser así. Desconozco cómo, pero esto hay que cambiarlo como sea. Porque si no, estamos condenados al 20% de paro por los siglos de los siglos. El empleo no debería ser una carga para nadie sino un beneficio para ambas partes, trabajador y empleador. Algo grave sucede cuando el empresario renuncia a contratar toda la plantilla que necesita, consciente de que ello redundará negativamente en el funcionamiento del negocio. Es una pena que iniciativas que reúnen todas las condiciones para prosperar acaben fracasando porque no haya nadie que descuelgue el teléfono o reciba en el mostrador.  

Publicado en La Nueva España de Las Cuencas el 26/1/2015

2 comentarios:

  1. La incertidumbre, aun no hay confianza en que se va a despegar. Las deudas, se intenta recuperar terreno a las deudas a falta de financiación bancaria, buscando beneficios ahorrando en calidad del servicio, lo que resta volumen de negocio y fidelización de la clientela.
    Ocurre en mas sectores que la hostelería.
    Buen comentario, suelo leerte.
    Por cierto,¿Hubo tiros libres 1+1 o no se habían superado las faltas por equipo?

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  2. Salvando apuros puntuales no esperados, esta crisis está provocando que por miedo y desconfianza de los empresarios...y por aprovechamiento indebido y oportunismo de otros (porqué no decirlo) los pocos que quedan en una plantilla tienen que trabajar por dos o por tres. Todo mi respeto para los que sirven a otros en general, y en particular a los que hacen aquellas cosas que a nosotros, o no podemos, o no nos gusta hacer.

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