QUIÉN ES QUIÉN, Y POR QUÉ

Las medidas de aislamiento que se están aplicando a Villa parecen bastante más rigurosas que las seguidas con los enfermos de ébola. Su altísima capacidad infecciosa hace que no se arrime ni el tato. No vaya a ser que se produzca el contagio, si es que no se ha producido ya, claro. Porque, además de apartarse del viejo mandamás como si fuera un apestado, quizá habría que plantearse afrontar una profunda y sincera operación de limpieza. Muchos de los que hoy se manifiestan tremendamente ofendidos y decepcionados le deben mucho, por no decir que todo, a Villa. Montones de carreras políticas, cargos sindicales, puestos en empresas públicas y categorías laborales no fueron consecuencia de la valía de los interesados sino de la mano impulsora del otrora amado líder. Quiénes componen el Gobierno asturiano y gracias a quién llegaron donde llegaron. Quién impulsó las trayectorias de los que hoy controlan el partido mayoritario. Y la Caja de Ahorros. Y las sociedades públicas nacidas del fallido proceso de reconversión industrial y minera. En resumen, quién es quién en las Cuencas y Asturias y a quién se lo debe. Sinceramente, “la herencia” del millón y medio de euros me parece menos importante.
Cuántos habrá hoy rezando para que la memoria de Villa falle definitivamente. Porque, arrinconado y herido, como se le ocurra empezar a señalar con el dedo y preguntar “quién te puso ahí” a los que ahora huyen de él, la cosa se puede tornar muy fea. Que, por otra parte, no sería más que sacar a la luz lo que se sabe pero no se dice. Porque que el hijísimo tenga un contrato de privilegio en el Montepío no es ninguna sorpresa. Sí lo es que se haga público. Pero qué sucede con el resto de hijísimos del régimen. Y con los hermanísimos. Y cuñadísimos. Dónde están, qué hacen, quién los colocó… Además de mostrar mucho rechazo y desilusión, igual habría que hacer algo más y sanear el sistema que patroneaba el apestado. Y es que me parece que se pretende despachar este bochornoso asunto con una retahíla de frases hechas y unos estudiados gestos de indignación, pero conservando el tinglado como está, que es precisamente donde reside la mayoría de nuestros problemas.

LNE de Las Cuencas 29/10/2014