viernes, 16 de diciembre de 2011

NOBLEZA

El coche pide alimento y pasado Tordesillas vemos las luces de una gasolinera y nos detenemos a repostar. Como se suele decir, mucho ruido y pocas nueces. Moderna iluminación, empleados vistosamente uniformados, surtidores cargados de colorines, tienda repleta de cosas inútiles y aseos hechos un asco, sucios y malolientes. Typical spanish. Algún día se descubrirá qué tienen los españoles (y españolas) contra los servicios públicos.
Al encender los faros vemos ante nosotros un perro asustado, desconcertado, que echa a correr sin dirección, como buscando algo o a alguien. Es un joven perro de caza. Y hoy ha sido jornada de caza. Lo sabemos porque hemos adelantado muchos carruchos de esos que utilizan los cazadores para transportar a sus canes. A este pequeño alguien lo ha abandonado aprovechando la oscuridad del aparcamiento de la gasolinera. Una víctima más del noble arte de la caza en el que, con demasiada frecuencia, indefensos animales pagan las frustraciones de humanos armados hasta los dientes. Que se lo digan a los galgos que fracasan en el intento de dar alcance a la liebre. Su condena consiste en ser vilmente torturados hasta la muerte, ahorcados, mutilados. Con suerte, abandonados en medio de la nada, como este cachorro que huye a protegerse de las luces del coche. Seguramente no tuvo su mejor día y se despistó en algún rastro. O no atendió al pie de la letra las órdenes del humano armado. Sentenciado a morir bajo las ruedas de un camión. Así practican algunos el noble arte de la caza, que produce daños colaterales, víctimas inocentes; males insignificantes para muchos, profundo dolor para otros.
Deberíamos hacérnoslo mirar, qué nos lleva a ser tan desalmados, tan miserables. No entiendo cómo puede un tipo desprenderse de su perro, así, tranquilamente, en medio del páramo castellano, y largarse sin más. En España se puede saber si la veda está abierta o si comienzan las vacaciones por los perros abandonados. Esto da una medida de la nobleza de espíritu española. Lo mismo le serramos las patas a un galgo que no corre todo lo que debiera que despachamos al abuelo a la puerta de un hospital, exceso de equipaje del que hay que liberarse antes de la operación salida.

Publicado LNE 14/12/2011

SABOTAJE

Tenemos saboteadores dentro de la plantilla del Ayuntamiento de Mieres. Son esos que rompen los aparatos para que los empleados municipales fichen. Ya van tres, a 600 euros la unidad, echen números y cabréense. Confío en que den con los delincuentes, los pongan de patitas en la calle, los procesen por delito de daños y les hagan pagar por ello.
No nos podemos permitir estas garrapatas chupándonos la sangre. Hay que sacudírselas de encima y desprenderse de esos bichos asquerosos. Porque, con los problemas que tenemos para mantener la marcha, se hace imprescindible liberar al Ayuntamiento de aquellos que desde dentro reman en contra, sin importarles los perjuicios que puedan ocasionar.
Quiero suponer que estos boicoteadores no son residentes en Mieres porque, de lo contrario, como sean descubiertos, más les vale hacer las maletas. Y es que, si los que nos hacen daño son, para más inri, vecinos nuestros, no deberían atreverse a poner un pie en la calle hasta haber  reparado el estropicio.
Y todo por no fichar, para que no se puedan controlar sus incumplimientos, para continuar sin dar golpe, entrando y saliendo cuando les sale de las narices, cobrando lo debido o más pero currando poco o nada. Y siempre en perjuicio de los mierenses y de sus propios compañeros. Porque los autores de los sabotajes son pocos, dos o tres tipejos como mucho, un número insignificante comparado con los más de cuatrocientos empleados municipales. Pero sus acciones delictivas ponen una vez más al colectivo entero en el candelero. Y, como se suele decir, “ya que la niña es bonita, me la visten de colorao”. Para qué queremos más: un convenio que –así será de acojonante- lo denuncia la empresa y no los sindicatos, unos costes de personal difícilmente asumibles y, encima, a unos cuantos les parece fatal tener que fichar.
Por último, pero no menos alucinante, tenemos las tibias declaraciones políticas, para que nadie se moleste, y que explican claramente cómo es posible que se haya llegado hasta aquí. ¡Pues claro que no se puede responsabilizar a toda la plantilla! Pero es evidente que dentro de ella se ocultan los autores y encubridores. Y tienen que caer. 
Como cantaba Leño, “corre, corre, que te van a echar el guante”.   

Publicado LNE 09/12/2011

CONSTITUCIÓN

¿Qué tal si, además de celebrar el día de la Constitución, vamos cumpliendo sus preceptos? Porque ahí se dicen muchas cosas que no se ven por ningún lado.  Y ya va teniendo unos añinos. Los de Jesucristo, para ser exactos. Y, sí, cada 6 de diciembre, los depositarios de la soberanía popular y los representantes de los poderes públicos se felicitan efusivamente, pero procuran apartar de sus mentes que hay mucho de lo escrito en la Constitución que, o no se cumple o se vulnera. La igualdad de los españoles ante la ley, sin importar el lugar en el que residan (¡ja, ja, ja!), la protección de la juventud y la infancia en los medios de comunicación, la eficiencia y la economía como criterios del gasto público, el derecho al trabajo - ¡como para celebrarlo! – y a una remuneración justa, la protección del patrimonio histórico, el derecho a una vivienda digna y la acción contra la especulación, la independencia del poder judicial, la justa distribución de la riqueza, la estabilidad presupuestaria y el control del déficit, la suficiencia de medios de las haciendas locales … Todo esto, y más, aún no se ha resuelto. Luego, ¿qué celebramos si no lo estamos cumpliendo?
Por ejemplo, el Presidente del Senado acaba de presentar una colección de retratos de políticos españoles que ha costado casi medio millón de euros. Con lo que queda por hacer, con las inobservancias constitucionales que se producen todos los días, con la cantidad de compatriotas que no tienen nada de nada, con las estrecheces que estamos pasando, hala, medio milloncito en retratos.
La mejor celebración de la Constitución, la única diría yo, sería la posterior al anuncio del cumplimiento de todos sus preceptos. Entonces sí que procedería brindar. Pero, mientras eso no ocurra, menos festejo y más acción. Porque tenemos la mala tendencia de ocultar nuestras miserias con boato. Ya está bien de buenas palabras y palmaditas en la espalda. Después de 33 años, es hora de hacer algo más, hay que pasar del dicho al hecho, de aspirar a ser una gran nación a serlo. Y, para ello, comencemos por lo básico: cumplamos la Constitución.


Publicado LNE 08/12/2011

UN DÍA ESPECIAL

Se percibe en la calle que es un día distinto, especial. Gracias a la Asociación Santa Bárbara, una celebración que languidecía, que se consumía sin pena ni gloria, casi como si fuera un día cualquiera, a pesar de representar gran parte de la historia y del sentido de Mieres, se está recuperando con fuerza. El día de Santa Bárbara no puede vivirse como un día más en unas comarcas íntimamente unidas a la mina. Tiene que ser una fecha señalada, distinta e importante. Como lo es el festejo del fin de la vendimia en las zonas vinícolas o San Crispín en los pueblos de tradición zapatera. Y no debe entenderse como una festividad exclusiva de los trabajadores de la minería sino que procede su extensión a todos los que vivimos en las comarcas mineras, para los que la mina y el carbón, aunque jamás hayamos entrado en un pozo, forma parte de nuestra historia.
El gran acierto de la Asociación Santa Bárbara, cuyo nacimiento es una de las mejores noticias para este concejo en el inicio de siglo, fue poner fin al injusto arrinconamiento de una celebración tradicional que, por más que decaiga la actividad minera, merece el color rojo en el calendario.
El mediodía de este domingo 4 de diciembre se presentaba distinto en las calles de Mieres, con aires de día grande, como debe ser. Y según te ibas aproximando a la carpa del parque Jovellanos, esa sensación se incrementaba, observabas el bullicio, el ir y venir de bolsas cargadas de bollos preñaos y botellas de vino. Y barrenazos convenientemente domesticados cada pocos minutos. Además, el clima nos concedió la gracia de una jornada soleada y templada. Santa Bárbara es nuestra historia y nuestra historia está unida a Santa Bárbara. El sonido del barreno nos recuerda quiénes somos y dónde estamos. Pero nuestra desmemoria y el afán por olvidar el pasado nos llevó a cometer la estupidez de ignorar una fecha capital. Afortunadamente, hoy ya no es así. En nuestras Cuencas hay mucho que dejar atrás y cambiar, comenzando por una mentalidad que nos condena a ir siempre a remolque, pero también tenemos motivos de orgullo y una tradición que cuidar. Que viva Santa Bárbara por siempre.


Publicado LNE 07/12/2011

EX COMPAÑEROS

Qué bonito. Qué espectáculo tan edificante. Dos concejales del Ayuntamiento de Oviedo increpándose en plan macarra y mandándose a tomar por donde amargan los pepinos. Los votantes deben de estar orgullosísimos de ellos. Y es que la escisión pepera que después parió Foro ha generado tales rencores entre los otrora compañeros de partido, que a la mínima saltan las chispas. Porque el problema es que, aunque lo pretendan ocultar, son iguales. Y ya se sabe que no hay peor cuña que la de la misma madera. Miren, si no, lo que le ocurre al PSOE con Rosa Díez, que la tiene atravesada como una espina de pescado en la garganta, que no la tragan. Se conocen, muchos han crecido políticamente juntos, saben los puntos flacos de cada uno y ahora pinchan donde más le duele al antiguo camarada.
Entre los foreros que pintan algo en el panorama político regional hay demasiados tipos airados, malos ganadores y peores perdedores. Lo mismo que en el PP. Sobran los hooligans y falta la gente seria y con criterio. Se están tomando esto como s¡ fuera un Madrid-Barça o un Oviedo-Sporting. El primer partido lo ganó Foro. El segundo, el PP. La rivalidad entre ambas formaciones crece, el revanchismo nubla las mentes y el fanatismo conduce a la idiotez.
Porque, que dos señores hechos y derechos, representantes de la ciudadanía, se comporten de este modo es de idiotas, majaderos con cargo que mejor quedaban una tarde, fuera de horas de trabajo, para partirse la cara. Pero estos ridículos numeritos de “sujetaime que lu mato” sobran. O se zurran de lo lindo como hacen regularmente los parlamentarios taiwaneses o guardan la compostura.
Un político –no me atrevo decir cuál, porque el Google encuentra que esta misma frase fue dicha por Adenauer, Churchill, Andreotti, Pío Cabanillas, y dejé de buscar más– afirmó que “en política hay adversarios, enemigos y compañeros de partido”. Me parece que la sentencia debería rematarse con los ex compañeros de partido, los más agresivos de todos, y a las pruebas me remito. Pero sí fue el inefable Cabanillas el que gritó: “¡Al suelo, que vienen los nuestros!”. Pocos mejores que él para saber como se las gastan los ex compañeros de partido.

Publicado LNE 05/12/2011

SACRIFICIO

Con la experiencia que dan treinta y seis años de monarquía, a ver, ¿quién querría ser rey? Un servidor, desde luego que no. Porque no se conoce español que haya sufrido más accidentes laborales – y me vienen a la memoria los pasquines que años atrás aireaba el emecé, cargados de ingenio y humor, cada vez que Su Majestad pasaba por traumatología: “Probe, en una destas va matásenos”-. Estamos ante una profesión de alto riesgo, de las que merecen un coeficiente reductor como para retirarse nada más hacer la Primera Comunión.
Y después están los disgustos que da la parentela política. Porque los de pata negra siempre saben guardar las apariencias. Pero cuñados, yernos, nueras… Como para meterse en la cama y no pegar ojo noche tras noche.
Gran parte de los súbditos convencidos de que ser rey significaba pegarse la vida padre y va a resultar que si nos preguntaran, ni el tato se pondría en su lugar. Nosotros preocupados por si la pasta llegará para cuando nos jubilemos y tenemos un monarca que, conforme envejece, le crecen los problemas alrededor, que a saber si llega a cobrar la pensión como se le sigan torciendo las cosas.
Tiene bemoles que el pobre hombre se haya pasado la vida poniendo buena cara, aguantando rollos patateros, políticos que van de listos, desfiles y más desfiles, millones de horas de discursos soporíferos, ceremonias inacabables, viajes agotadores, hasta llevar la bandera tricolor al borde de la extinción, que un yerno con los dedos muy largos echa a perder todo lo sembrado. Lo del otro, dedicado en cuerpo y alma a presenciar desfiles de moda, no causó mayores trastornos. La discreción marca de la casa, un poquito de distancia, y puerta.  Y lo de la princesa desnutrida y lánguida, pues qué le vamos a hacer, que la chica no es de pitanzas. Pero la que está liando éste no tiene pinta de pasar así como así. Muchos negocios, muchos millones y demasiada proximidad con la Zarzuela.
Al final, va a resultar que los que gritan lo de que España mañana será republicana, de ver cumplida su aspiración le estarían haciendo un gran favor al Rey. Hala, que el sacrificio lo haga otro. Verán como los voluntarios salen por patas.

Publicado LNE 03/12/2011

SILENCIO, POR FAVOR

La cola del supermercado era larga. Como, por aquello de racanear en la contratación de personal, la mayoría de los puestos de caja están siempre cerrados, los clientes estamos condenados, si queremos comprar, a eternizarnos haciendo colas. Allí estaba yo apoyado en mi carro, abstraído en mis pensamientos, hasta que sentí un malestar, como algo molesto que me agredía, me incomodaba y hacía la espera más desagradable. Era la música, o lo que fuera eso, de ambiente que vomitaban los altavoces camuflados en el falso techo del local. ¿Por qué se nos castiga de manera tan cruel? La población envejece, los consumidores, también, pero se nos somete a esta injusta tortura auditiva, a tener que escuchar la estridente chundarata que algunos expertos califican como música ambiental. Ruido infernal diría yo, además de innecesario. Porque, señores expertos en marketing y ventas, les aseguro que su estrategia sonora de captación de clientela puede resultar contraproducente. De hecho, actualmente busco, compro y pago a toda mecha, rápido, para salir del supermercado cuanto antes y dar descanso a los oídos. Pero si el lugar se encontrara en silencio o, como mucho, suavemente musicalizado, a bajo volumen y con sonidos relajantes, no tendría el menor impedimento para tomarme las cosas con más calma y, por tanto, adquirir más y mejor. Pero estar sometido al chirrido de una guitarra rockera o a los alaridos de uno de estos supuestos cantantes que desaparecen de las listas de éxitos a la misma velocidad que aparecen, enerva, irrita, inquieta, molesta y fastidia a la mayoría de consumidores.
Y no es sólo en el súper, qué va. Hay veces que salgo de El Corte Inglés de Uría con ganas de matar a alguien. Es el malestar que causa no poder permanecer en un lugar sin sufrir la agresión sonora de la música ambiental. En mi caso, pasados unos minutos bajo ese tormento, todo comienza a parecerme feo y caro. Y, con las mismas, me voy.
Pero lo más sorprendente lo viví hace unos días en la sala de espera del hospital, al lado del antequirófano. Por los altavoces de la estancia aullaban Bisbal y compañía, extendiendo su ruido por el pasillo. Eso sí, Junto a la puerta, un cartelito rogaba silencio.   

Publicado LNE 01/12/2011

ANDAMIOS VACÍOS

Me ha llamado Tico. Sigue en el sur, cuidando a su madre y buscando trabajo cada vez más desesperadamente. Me cuenta que todas las mañanas sale a dejarse ver por las decenas de urbanizaciones vacías y a medio hacer que yacen cerca de la costa, por si en algún momento salta la liebre y se encuentra con alguna oportunidad. Por ahora, cero. Y el paro se agota. Se ve viviendo de la pensión de viudedad de su madre. Y que dure. Para los obreros de la construcción no hay prejubilaciones, ni nada que se le parezca mínimamente. El sector se ha venido abajo, el trabajo se terminó, a la calle. Decenas de miles de currantes se han quedado en paro y con escasas posibilidades de volver a la actividad. Porque a la construcción fue mucha gente con poca formación, sin titulación, que a ver cómo demonios se la compone para colocarse de nuevo.
“Si estuviéramos la cuarta parte de unidos que los mineros, otro gallo cantaría” –se lamenta, recordando lo que vio en los años en que trabajó en Asturias. “Si los millares de afectados nos organizáramos, con la agonía que estamos pasando y tal como está la gente, que no tiene casi nada que perder, montamos un pollo que ponemos el país patas arriba. Ríete de las huelgas mineras”.
Me explica Tico que el sector está abatido y desunido. Cada uno se busca una salida por su cuenta, para salir del paso y tirar una semana más. Porque las facturas siguen llegando, los niños comen, necesitan libros y cuadernos y, aunque los gastos se han reducido a lo imprescindible, a la mayoría no le alcanza. Y esta situación les ha llevado al olvido social. Porque se habla, y mucho, de la banca, de los hipotecados desahuciados, de los recortes, pero casi nadie se pregunta qué fue de todos aquellos obreros que hace cinco años subían y bajaban por los andamios omnipresentes en el paisaje español. Hoy, esos andamios están vacíos, acumulando polvo. Y los que trabajaban en ellos, en la calle.
“La cosa está chunga” –reconoce Tico. “Pero podría ser peor. Que se lo pregunten a los inmigrantes”. El que no se consuela es porque no quiere.

Publicado LNE 28/11/2011

REPRESENTACIÓN

Crece la sensación de que en el Parlamento español no estamos correctamente representados, que los votos de unos no valen lo mismo que los de otros, que el sistema hace prácticamente imposible que los dos grandes partidos de implantación nacional tengan otros rivales. La ley D’Hont establece tales mecanismos de compensación que acaba desvirtuando el resultado electoral. Trescientos mil votos otorgan a unos una fuerza notable y un millón, a otros, los dejan a dos velas.
Yo no me siento bien representado, la verdad. El reparto de escaños me parece injusto. Y creo que no me equivoco al manifestar que los que tenemos este sentimiento somos cada vez más. De ahí el aumento del voto nulo y en blanco.
Mal síntoma es que una sociedad no se vea representada en su parlamento. Eso es señal inequívoca de agotamiento democrático. Y si la democracia se aleja del ciudadano, termina por perder su razón de ser. A continuación, comienzan a triunfar las posturas que consideran innecesaria la participación popular. Total, si la democracia es eso, podemos pasar sin ella. Y de ahí, al infierno.
De todos modos, podríamos estar peor. Las elecciones del 20-N fueron, en sí mismas, un fenomenal noticia. Miren si no a Italia y Grecia, con primeros ministros impuestos desde el exterior y no elegidos por el pueblo. Terribles precedentes a los que se pretende blanquear bajo la excusa de la estabilidad y el rigor económico. ¡Y una mierda! “Por nuestro bien” ya hemos tenido demasiados tiranos. Para sustituir a Berlusconi, un cantamañanas votado mayoritariamente por los italianos, “los mercados” han colocado a Monti, un fiel peón del sistema financiero, que no ha necesitado pasar por las urnas. Señores, aquí algo falla. ¿Cómo se puede celebrar en las calles semejante cambiazo? ¿No se dan cuenta de que el sufragio del pueblo ha sido obviado?
En España, al menos, hemos podido votar, limitados por un sistema tramposo que modifica el resultado, pero nuestra voz ahí está. Y que dure.   
Hablando de representación, a la diputada regional por FAC Carmen Fernández se le ha escapado un glorioso comentario en Twitter: “En Asturias no solo tenemos la tasa de natalidad más baja de España, sino también la de inteligencia”. Lo que les decía.

Publicado LNE 23/11/2011

LO QUE TENÍA QUE PASAR

Las banderas peperas ondean al compás de Paquito el Chocolatero. Pasó lo que tenía que pasar. Una sociedad mayoritariamente de centro – izquierda ha basculado hacia la derecha. Así lo hicieron los salientes. En todo caso, me parece demasiada mayoría absoluta. Somos pendulares y lo hemos vuelto a corroborar. Que bote Mariano. Cambio de canal porque me da el tic en el ojo. La gente lo celebra como si fuera la Champions. Con la que tenemos encima.
Comparece Rubalcaba, más solo que la una. Presto atención por si en Ferraz siguen la doctrina Lili y pedirán la devolución del carné a los traidores. Nada dicen. Haría falta un almacén enorme. En las próximas horas estaremos atentos al análisis que haga el Presidente – Secretario General, en paradero desconocido la noche electoral. Si la excusa del batacazo es la blandenguería del candidato será que sigue la doctrina Lili, que estos días corre de boca en boca, por lo sorprendente de su contenido y por la oportunidad del momento elegido. Rubalcaba interesa la celebración de un congreso cuanto antes, algo que no contempla la doctrina Lili. Y eso que Mieres se está pintando de azul celeste.
El objetivo del grupo parlamentario de Cascos en Madrid se ha quedado en un único peón. ¿Será también culpa de LNE? Parece que la gaseosa está perdiendo fuerza. Ojalá que sirva de toque de atención. Cada mochuelo, a su olivo. Y Foro, a gobernar Asturias de una vez, que no están los tiempos para monsergas.
IU cosecha en los campos del desencanto y la indignación. De aquí mandamos a una joven promesa, un chavalín que apunta maneras. De nombre, Gaspar.
UPyD se embolsa el cuádruple de votos que Amaiur y doscientos mil más que CIU, pero se queda con dos diputados menos que el primero y once menos que el segundo. Paradojas de la igualdad. Rosa Díez, pese a todo, sigue remando, lo que tiene mucho mérito. Me temo que los vascos no lo van a poner fácil. El canje de balas por votos tiene un tipo de cambio favorable.
Por cierto, que volví a cubrirme de gloria: El PP nunca ganará con Rajoy, manifesté en su momento. En mi descargo, diré que casi nadie contaba con un gobierno tan calamitoso. Así se las ponían a Felipe II.

Publicado LNE 22/11/2011