jueves, 9 de enero de 2020

NADA DE NADA



La consulta se demora. Tomamos asiento en el área de espera, bien situados para seguir el turno en la pantalla de llamadas, en un ángulo óptimo para contemplar el ir y venir a la cafetería y un cubículo ocupado por dos y a veces hasta tres empleados. Me interesa un individuo en particular, que deambula por el pequeño espacio. Examina sus uñas, mira por la ventana y observa el tránsito de batas blancas rumbo a la cafetería. Un cuarto de hora después, el sujeto en cuestión no ha hecho nada, laboralmente hablando. A ratos se apoya en el mostrador y en un arrebato de actividad ha dedicado un buen tiempo a examinar su indumentaria blanca. Todo en orden. Se sienta embobado, con la mirada perdida. De repente, garabatea en un papel. Se incorpora. Ay madre, que va a hacer algo. Pero se concentra en el calendario colgado en la pared, estudiándolo minuciosamente. Alguien tan ocupado ha de organizarse.
Un leve movimiento de la cabeza me permite detectar el tercer paseo de la misma bata camino de la cafetería. Viene a salir a café cada diez minutos, más o menos. Pasan los números y ninguno es el nuestro. Paciencia. El tipo del mostrador está como petrificado, catatónico. Lleva un rato así y la gente pasa a su lado como si no existiera. Porque, en verdad, funcionalmente no existe, a pesar de que, con toda seguridad, cobra un salario bastante decente. 
Nos toca. Lo habitual: un trato excelente, en lo profesional y en lo personal. Cómo se agradece esto. Recorremos la sala de espera  y el fulano “estático” ha desaparecido. No me digas que, por fin, se puso a hacer algo. Acerté: estaba haciendo pis y retorna parsimonioso al puesto de trabajo para continuar con su empeño: absolutamente nada. Qué fenómenos él y el que le paga el sueldo.
Caminando hacia la puerta nos cruzamos con la bata cafetera. Y van cuatro viajes, que haya visto. Menuda mañana ajetreada que lleva. Otra “fenómena”. Hay que ser un portento para tener un empleo bien remunerado por no hacer nada de nada.

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 8/1/2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario