Conforme se aproximaba la hora del concierto de Víctor Manuel, la campa de Cenera iba llenándose. En estas, apareció por nuestra zona un tipo con un colocón de cuidado, pidiendo auxilio, en un perfecto acento sevillano, para escanciar la botella de sidra que llevaba en la mano.
Y lo que fue un encuentro casual acabó convirtiéndose en una experiencia graciosa y emocionante. Él venía de Utrera sólo para ver a su ídolo, Víctor Manuel, al que lleva siguiendo por toda España desde hace cuarenta años. El problema fue que antes de encaminarse hacia Cenera hizo un alto en Requejo y la circulación de sidra acabó afectándole. De ahí los vaivenes y traspiés.
El caso es que Milio, al que no se pone nada por delante, con ese corazón que le caracteriza, dijo. “¿Y por qué esti paisano, que vien de lejísimos sólo pa ver a Vitor, va marcha sin conocelo? Esto no pue ser”. Y Milio se puso en movimiento. Y metió en danza al alcalde. Y a Mael.
Cuando, avanzado el concierto, desde el escenario Víctor Manuel tuvo palabras de agradecimiento a “los que vinieron de Utrera”, pensamos que a aquel hombre le daba un patatús. Y de la emoción se puso a celebrarlo como si hubiera marcado el gol que te da la Copa de Europa. Y cantó todo lo cantable. Y gritó. Y se trompicó infinitas veces sin llegar a caer ninguna. Las palabras del ídolo lo mantenían como en flotación.
Y el concierto concluyó. Milio agarró del brazo al utrerano y se lo llevó. El pobre hombre miraba hacia atrás como buscando explicación al secuestro.
Una valla y unos vigilantes más allá, Paco, el hombre venido de Utrera, cuarenta años después, conoció al Víctor Manuel. Y habló con él. Y se abrazó a él. Y lloró como sólo llora un utrerano al que le sale la sidra por los poros.
El camino oscuro hacia El Llerón para tomar el autobús de vuelta a Mieres fue de esos momentos que a uno le alegran la vida. Paco, el utrerano, no podía ser más feliz. Acababa de estar cara a cara con Víctor Manuel.
“Milio, sólo hay uno tan grande como él: Bruce Springsteen”-exclamó. Y Milio respondíó: “Dame unos días, que lo arreglo”.
LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 15/11/2019