lunes, 13 de febrero de 2017

DISCREPAR



Sí, sí, muy demócratas, pero de boquilla. La directora de un colegio catalán se ha atrevido a testificar que, efectivamente, recibió expresas instrucciones de mantener el colegio abierto para la celebración de una consulta que el Tribunal Constitucional había declarado ilegal. Pero ella entendió que, en su condición de funcionaria de una administración pública española, tenía la obligación de cumplir las leyes y las resoluciones judiciales. Y no accedió. Por ese motivo, por haber actuado en conciencia y, además, por dar su testimonio a requerimiento de los jueces, está recibiendo todo tipo de insultos y amenazas. Porque mientras  vayas con la corriente, todo va bien; pero como se te ocurra discrepar, pasas a formar parte del bando enemigo. Aunque lo componga un solo individuo. Y la declaración de guerra la firman los supuestos adalides de la libertad y la democracia. 
Hay una señora de nacionalidad británica contraria al Brexit que forzó por la vía judicial que la decisión de salida de la Unión Europea tuviera que ser sometida al refrendo del parlamento de su país. Y desde ese día vive protegida por una escolta permanente y no puede salir sola a la calle. Porque ya ha recibido miles de amenazas de muerte. Por manifestar su oposición y exigir que las cosas se hagan conforme a lo estipulado en la ley. Pero como va en contra de la corriente ya se ha convertido en el enemigo. Así de fácil. No hay más que decir que no estás de acuerdo para que te pongan la cruz. Y eso en estados en los que, supuestamente, la libertad y la democracia son intocables. Lo dicho, supuestamente. Porque discrepar conlleva una condena. Recuerden lo que podía significar en las cuencas mineras discrepar de lo que decía Villa. De hecho, no lo hizo prácticamente nadie. Ninguno de sus sucesores, por descontado. Al contrario; su acción más valiente fue el silencio. Hoy, no saben, no contestan. Los independentistas catalanes entienden que todo aquel que no favorezca la consecución de sus fines es un enemigo. Y los radicales del Brexit llaman antipatriotas a los británicos que quieren permanecer en la Unión Europea. Y eso, insisto, en países libres. Cómo será en los otros. 

LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 9/2/2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario