lunes, 24 de octubre de 2016

DEBATE TELEVISIVO




Era un asunto pendiente desde el inicio de nuestras improvisadas reuniones y ya no podíamos darle esquinazo por más tiempo. Porque es vernos con la bolsa de basura en la mano y el primer tema de conversación que surge es el de la televisión, el programa que estábamos viendo, lo que les gusta a ellas, quién controla el mando a distancia, a quién estrangularíamos de los que salen en la caja tonta, cuántas veces a lo largo del día nos imaginamos lanzando el televisor por la ventana…
Tenemos un par de tertulianos a los que el Gran Wyoming produce gastritis cada vez que aparece en pantalla. Pero reconocen que lo ven a diario, razón por la cual se han convertido en los mayores consumidores de bicarbonato a este lado de la calle Camposagrado. Otros tres son partidarios de echarle el cerrojo a TVE (indultando, eso sí, a Jordi Hurtado), Antena 3, 13 TV e Intereconomía y de hacer que Marhuenda, Inda y otra docena de individuos se callen por lo civil o lo criminal. Sin embargo, se van a la cama a las tantas de la madrugada por seguir los debates de “la caverna mediática”. Y, claro, duermen mal, tienen pesadillas y andan por ahí de un humor de perros. Y prácticamente todos los presentes le prenderían fuego a Tele5, canal que sintonizamos cuando no hay otra alternativa para provocar revoltura de estómago. Al que propuso el cierre inmediato de la TPA hubo que recordarle que la tonada, como la Santina, es sagrada, por más que sufran los oídos. Así que se vio obligado a modificar la moción, solicitando entonces la clausura de La Sexta y Cuatro con efecto inmediato. Media hora después, el secretario dio lectura a las peticiones de despidos, cierres, garrote vil, expulsiones y largas y dolorosas condenas, llegando los presentes a la conclusión de que, si de la tertulia del contenedor dependiera, nos quedaríamos sin canales de televisión.
Entonces, el divorciado del grupo presentó una propuesta de última hora: con todo lo que se ahorraría apagando tanta bazofia habría presupuesto suficiente para ver el fútbol gratis. ¡Y el canal Playboy! –exclamó el soltero de guardia. La primera, aprobada por unanimidad. Para la segunda, abstención, más o menos técnica.   

LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas 21/10/2016

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