martes, 14 de octubre de 2014
COBRAR LA PIEZA
Pues a mí, la verdad, también me ha pillado descolocado. Llevo años convencido de que la enfermedad de Villa era el poder por el poder en sí mismo y esto de los dineros idos y venidos me sorprende. Lo que contrasta con las decenas de comentarios del tipo “sabíalo yo”, “se veía venir” y “estaba claro” que brotan hoy por todas partes. ¿Dónde estaban ellos en los años en que nadie –corrijo, prácticamente nadie- se atrevía a cuestionar el putrefacto régimen omnipotente que asfixió estas cuencas a lo largo de casi cuarenta años? Porque, aparte de los cuchicheos en los chigres, aquí todo el mundo –corrijo, casi todo el mundo- guardó un escrupuloso y cómplice silencio refrendado en sucesivos procesos electorales. Eso sí, ahora que el objetivo está viejo y achacoso aparecen los tiradores dispuestos a cobrarse la pieza. A buenas horas, valientes. ¿Cómo es que no se os oyó rechistar durante tantos años, en los que, según aseguráis, fuisteis testigos de las martingalas del régimen villista? ¿Por qué callasteis? Como cantaban El Último de la Fila “¿dónde estabas entonces?”.
La supersónica reacción de la FSA y del SOMA, suspendiendo de militancia al adorado y hoy detestado Villa, tiene pinta de cortafuegos de emergencia, a toda prisa, no vaya a ser que la chamusquina se extienda. Porque de momento, que se sepa, el asunto está en fase de investigación y aún no ha dado tiempo a determinar el origen del dinero. Sin embargo, el viejo tigre ha sido inmediatamente decapitado por los suyos. Cuánta premura. Ahora habrá que apresurarse a borrar los rastros y retirar su nombre de calles y plazas.
Siempre creí que, de llegar a producirse (algo que me parecía muy improbable), la caída de Villa y su politburó vendría motivada por los años de abuso, clientelismo, amiguismo y ejercicio caprichoso, parcial y coactivo del poder político y sindical en las cuencas y en Asturias. Y, vaya por Dios, como Capone, el eterno líder va a caer por culpa de Hacienda. La historia es tenaz. Pero ha de recordarse que Villa no estaba solo, porque de no haber dispuesto de una guardia de corps formada por incondicionales del régimen, el tigre no habría pasado de minino. Al igual que con Pujol aquí también hay nidos y ramas.
LNE de Las Cuencas 11/10/2014
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