miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA MISMA MADERA



Lo de UPyD y Ciudadanos, sí pero no. Demasiado similares y excesivas coincidencias ideológicas como para pasear de la mano. Las derechas, cuando hay más de una –obsérvese el caso asturiano, sin ir más lejos- suelen llevarse fatal. Y lo de la izquierda es de manual: su enemigo mortal es el resto de la izquierda. Porque cómo se detestan socialistas y comunistas, que una cosa es decirlo y otra escuchar lo que opinan unos de otros y quedarse de piedra con unas listas de agravios que se remontan a más de cien años. Por no hablar de las escabechinas entre las diversas facciones y corrientes, que se resuelven a puñalada trapera.
Y ahora, para colmo, aparece en escena Podemos, aún más extremista, con estrategias del siglo XXI, carga ideológica de principios del XX –Monedero, el segundo de a bordo, cada vez se me parece más a Beria, aquel comisario de Stalin tan dado a las purgas y las ejecuciones-, y una impresionante capacidad de reclutamiento de los desencantados que está dejando en evidencia a las izquierdas clásicas que tan a gusto se encuentran dentro del sistema y viviendo de él. Dicen los sondeos que buena parte de sus militancias está cayendo en las redes de la nueva formación. Y puesto que llevarse bien es prácticamente imposible, por la ya mencionada coincidencia ideológica, las primeras batallas, de motivación personal, han comenzado. Y como un improbable brote de sensatez no lo impida, habrá guerra, para regocijo de la bancada conservadora. Y es que no hay peor cuña que la de la misma madera.
Ahora bien, lo preocupante, en mi opinión, está siendo el efecto atractivo de Podemos. Con un mensaje agresivo, en el que la justicia y la venganza se confunden con facilidad, está sabiendo sacar partido de una coyuntura social y económica muy complicada, con una importante porción del electorado en estado de desesperación (perfectamente comprensible), con las defensas mermadas y ávida de que rueden cabezas, de modo figurado o no tanto. Iglesias y los suyos recurren con frecuencia a señalar culpables, a poner en la picota a personas, colectivos e incluso pensamientos, a prometer juicios públicos y castigos ejemplares. La sed de venganza será saciada. Hogueras y cristales rotos. 


LNE de Las Cuencas 7/9/2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario