lunes, 23 de enero de 2017

EL FACTOR HUMANO



Ayer hice un Shazam sobre una música del programa Grand Tour -entiendo que haya gente que no entienda lo primero ni lo segundo. Hala, a meterse en internet. Cuatro intentos de identificación de esa música y cuatro resultados distintos. Y ninguno correcto. Cuánta tecnología aplicada al error. Antiguamente, cuando existían las tiendas de discos, llegabas, tarareabas y el oído experto del dueño del negocio te enfocaba hacia el cajón correspondiente. Hoy no hay nadie al otro lado del mostrador. Y lo confiamos todo al oído electrónico de un cacharro que se confunde.
Y los camioneros siguen quedando atascados en caminos vecinales por seguir fielmente las instrucciones del gps. De hecho, hace unos años me metí en un campo militar francés por hacer caso al tontón. Recto decía y recto tiré. A ciento y pico por hora se me acabó la carretera, súbitamente transformada en camino de tierra repleto de señales de peligro de muerte. El frenazo y la marcha atrás quedarían registrados en alguna cámara de video y alguien se partirá de risa regularmente. Y todo por dejar la orientación exclusivamente en manos de un aparato. No como antes, cuando a base de mapa y bajada de ventanilla se llegaba al fin del mundo.
No deberíamos olvidar que el ser humano, que, según para qué, tiene mucho de imbécil, es el inventor de las máquinas, quien las dota de “inteligencia”. Una inteligencia falible, como lo es la de sus creadores. Y que aquello que antes éramos capaces de resolver gracias a nuestro cerebro hoy lo deleguemos en la tecnología, puede hacernos aún más tontos e inútiles. 
Hay una señora que se las está viendo y deseando para demostrar a la administración pública que no está muerta. Porque la tecnología ha decidido que falleció. Y no hay manera de convencerla de lo contrario. Ni presentándose en las oficinas hecha un brazo de mar. Señora, usted está muerta. Pues aquí me tiene. Lo dice el ordenador: usted murió; y llevarle la contraria al ordenador podría originarle un serio problema. ¿Mayor que estar muerta sin estarlo? Bastante peor. Le van a caer sanciones por todas partes. ¿Desde cuándo se puede sancionar a los muertos? ¿Ve cómo está muerta? Acaba de reconocerlo. Siguiente. 


LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 21/1/2017

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