Lo que son las cosas. El otro día lamentaba la falta de iniciativa política en este concejo y, acto seguido, del pleno municipal sale una de las resoluciones más audaces de los últimos años. La sidra, bebida oficial de Mieres. Fantástico. No es que seamos unos grandes productores del “líquido elemento” (para eso está Nava), pero consumirlo se nos da francamente bien. Y es que no creo que haya que tener el pueblo repleto de bodegas para declarar el tintorro bebida oficial. O el Calisay. O el Licor 43. Hombre, si me hubieran preguntado, yo creo que me habría inclinado por el gin-kas, más que nada para reivindicar Kiber como parte de la historia mierense. Cuántas penas quitó. Cuánto valor insufló. Y puestos a oficializar bebidas alcohólicas, que sea a lo grande, de cuarenta grados para arriba. Pero bueno, si ha de ser la sidra, que sea. Consumimos muchísimo más de la que producimos, como de todo lo demás, pero qué duda cabe, cómo nos ha unido, bebiéndola y desbebiéndola. Es cultura. Es patrimonio común. Es urgencia urinaria. Es amnesia temporal al mezclarla con otros derivados alcohólicos. Es todo lo que se puede desear.
Y ha de ser agradecida la muestra de sensibilidad de Somos, la nueva política al servicio del pueblo, por haber detectado la injusticia que se estaba cometiendo con la sidra. Y la positiva contribución del resto de formaciones de izquierda. El único pleno municipal que se celebra cada mes debe ser dedicado a la toma de decisiones fundamentales para este concejo, tan necesitado de impulso. El del pasado jueves es un ejemplo de lo que hay que hacer. Y la derechona, aguafiestas, abstemia y antisidrista no ha hecho sino demostrar la enorme distancia que la separa de una ciudadanía que desde hace siglos se pregunta por qué negamos a la sidra el reconocimiento que merece.
Por mi parte, sólo una petición: a ver si es posible que el formidable sidrero que preside el acceso a la plaza de Requejo eche algo de líquido dentro del vaso. Porque hay turistas que creen que la sidra se bebe del cubo. Con seguridad, a partir de ahora Mieres figurará con letras de oro…en la Sociedad Internacional de Urología.
LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS 31/1/2017