miércoles, 30 de septiembre de 2015

ESPAÑOLES



Me siento a escribir al comenzar la final de baloncesto. Como en Mieres se puso de moda sacar los televisores a la calle y ponerlos a todo volumen, puedo seguir el desarrollo del partido con solo abrir la ventana. Dice Fernando Trueba que nunca se ha sentido español. Y le está cayendo la del pulpo. No por sentir o no sentir sino por decirlo. Porque si uno se siente español y lo dice, será acusado de españolista. Y si uno no alberga en su interior ese sentimiento patriótico, seguramente que será tildado de antiespañol. Esto es así. No hay manera de acertar.
Ya lo he declarado en otras ocasiones: yo soy español por circunstancias geopolíticas. Nací en este país, vivo en él y no siento malestar ni vergüenza por ello. Pero tampoco un orgullo especial. Soy español y punto. Y no me agrada nada que unos españoles, a los que gusta exhibir un furibundo amor patrio, la emprendan a insultos contra otros españoles a los que esto de la madre patria pues, en fin, ni fu ni fa. Y le acusan de, a pesar de su carencia sentimental, haberse beneficiado económicamente y construir su carrera cinematográfica gracias a las subvenciones españolas. Qué tendrá que ver lo uno con lo otro.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Porque, a mi modo de ver, ser español es trabajar para mejorar esta sociedad, colaborar en su prosperidad, ser honesto en el cumplimiento de las obligaciones, respetuoso con los que habitan esta tierra. No es cuestión de banderas, pulseritas o camisetas con el coche sobre el paso de cebra, la basura en la calle, las mentiras en la declaración de la renta y el dinero en Suiza. Eso es ser antiespañol. Es como lo de la misa diaria para intentar lavar la evasión fiscal, el aborto en Londres, la querindonga… Son los hechos los que ponen a cada uno en su sitio. ¿Qué han hecho por España los que ahora rugen contra Trueba? ¿Qué ha hecho Trueba por el buen nombre de España? No hay comparación. Siéntase como se sienta, me parece que el director no le ha hecho nada malo a este país. Un país, por cierto, que muchísimo mal ha causado y aún causa a no pocos españoles. 

Publicado en LA NUEVA ESPAÑA DE LAS CUENCAS el 22/9/2015

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