lunes, 9 de febrero de 2015
CULPA DEL VIENTO
Ya se nota que los hay que se están dando cuenta de que la ciudadanía no es tonta y que, en consecuencia, no hay que tratarla como si lo fuera. El precio de la electricidad subió más de un 3% el pasado mes de enero. Pero no debemos preocuparnos. El Ministro de Industria y Energía asegura que, a pesar de todo, estamos de enhorabuena pues la reforma tarifaria supone un avance tremendo que garantiza que siempre paguemos el precio más justo. Y, bueno, que la subida de la luz fue culpa del viento, o mejor dicho, de la ausencia del mismo. No hay viento, no giran los molinos, estacazo que te pego en el próximo recibo. Así explicado lo comprende cualquiera. No hay como ser considerados adultos, inteligentes y responsables para que nos hagamos cargo de la situación. Y si no sopla el viento, pues no sopla. Y si sopla en exceso, a fastidiarse también, pues los molinos no giran para evitar despegar como helicópteros. Es lo que tiene la ecología, que es carísima y sumamente caprichosa. Y alguno se preguntará por qué se encarece la electricidad si la eólica es aún minoritaria en el conjunto de energías utilizadas para que corran los voltios por los cables. Pues sepa usted que es un malpensado. Si el Ministro dijo que es culpa del viento así hay que tomarlo. Porque para eso se acometieron cambios y reformas legales, para que nuestros recibos estuvieran clarísimos. Qué digo clarísimos: cristalinos. Porque ahora se entienden, ¿verdad? Vamos que si se entienden. Ya no hay manera de que las compañías eléctricas engañen a los usuarios. De un simple vistazo te haces perfecta idea de los conceptos y del porqué de sus importes. Y todo gracias al Ministro del ramo, que es un tipo del que se puede uno fiar. Ya lo ha demostrado. ¿Que tenemos una de las tarifas eléctricas más altas de Europa? Ah, eso no es responsabilidad del Gobierno. Es cosa del viento, que no sopla como y cuando debe. Y si lo queremos pagar baratito, menos quejarse y más devoción al dios Eolo. Y dejen de mirar si los saltos de agua están que se desbordan o si otras fuentes de energía se abarataron. Es culpa del viento. Y punto.
Publicado en el diario La Nueva España de las Cuencas el 8/2/2015
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