En España,
el futuro a corto plazo es patrimonio exclusivo de los ladrones, si bien, a
medio y, sobre todo, a largo plazo, sus legítimos propietarios siguen siendo
los valientes, que desgraciadamente son muy pocos y que, además, han de superar
las infinitas trabas que en este país se ponen a los emprendedores, un país que
envidia de modo enfermizo el éxito ajeno obtenido en buena lid.
El sábado
pasado probamos lo que sale de los fogones del nuevo Vendevinos, reorientado
hacia la cocina italiana. Juan y Patri se han embarcado en la ambiciosa
aventura de multiplicar por dos su negocio hostelero, abriendo en breve un
nuevo local especializado en asados y manteniendo el emblemático Vendevinos en
su renovada versión.
Como era
de esperar, las pizzas, la pasta fresca de elaboración propia, los postres no
decepcionan. Ahora, en la cocina también se habla italiano, y se nota. No
teman, que Isa continúa donde estaba, y el toque de Siana sigue ahí. Y a la
hora de pagar, se lleva uno la agradable impresión de que los propietarios han
comprendido que el giro del negocio requiere moderación en los precios.
En los
tiempos duros que corren, en medio de la espesa niebla de pesimismo que nos
atenaza, en la que los agoreros y los zánganos que nada hacen y mucho quejan se
hallan en su salsa, resulta admirable la determinación y el valor de los que
aún confían en esta tierra y arriesgan sus ahorros en ella, que es la mejor
demostración y no la de tantos que dicen pero no hacen y que, por descontado,
nada apuestan de su dinero.
Conociendo
el percal, seguro que abundarán los que crucen los dedos en el deseo de que
Juan y Patri se estrellen. Yo desde luego lo haré justamente por lo contrario,
para que triunfen en Mieres y nos pongan delante de los ojos otro ejemplo de
emprendedores que alcanzan el éxito en su pueblo de toda la vida, dando un buen
servicio, innovando, creando empleo. Porque si en otros lugares del mundo se
consigue, no hay razón por la que a unos mierenses resulte imposible ser
profetas en Mieres. Seguro que muy difícil, pero posible. Esos son los retos
que sólo afrontan los valientes. Mucha suerte chicos.